viernes, 16 de diciembre de 2011

Acondicionar el auto para viajar

Con la llegada de las fiestas decembrinas, muchas personas se preparan para desplazarse en auto a otras regiones del país, en busca de descanso y diversión a la vez. También se dirigen a visitar parientes y amigos para compartir y festejar
Para asegurarse de llegar seguras a su destino, es de vital importancia que tengan el vehículo en óptimas condiciones, a fin de que puedan rodar por carretera durante varias horas, sin ningún tipo de contratiempo.
Una falla provocada por la falta de mantenimiento preventivo o la negligencia de acondicionar el carro para viajar puede acabar con sus planes de vacacionar en familia, debido a una reparación que pudo hacerse a tiempo.

En manos de un experto

No hay que tener conocimientos sólidos de mecánica automotriz para hacer algunas revisiones como medida preventiva antes de emprender la marcha, a modo de garantizar el excelente rendimiento del vehículo durante el trayecto.

Sin embargo, si hay que hacerle algún tipo de reparación o mantenimiento mayor como alineación y balanceo, cambiar los amortiguadores, afinar el motor. Asimismo, es vital cambiar las pastillas o los discos de los frenos, revisar el aire acondicionado. Incluso, hay quienes recomiendan hacerle servicio completo, se recomienda llevar el carro a un taller especializado con suficiente antelación al viaje, mínimo una o dos semana antes.

Cauchos

Para garantizar una buena tracción y además disminuir los riesgos de sufrir un accidente vial, los neumáticos deben estar en perfecto estado.
Observándolos a simple vista puede verificar si presentan golpes, grietas o protuberancias que pudieran haber dañado la estructura de la llanta o el caucho. Igualmente, si el desgaste de la banda de rodamiento es parejo y uniforme y si tiene desperfectos en los laterales.

Dado que van perdiendo aire por la porosidad natural del caucho y otras causas como las malas condiciones de las vías, es preciso comprobar la presión, incluso la del caucho de repuesto, antes de coger carretera.

La medición debe hacerse en frío, cuando el vehículo no haya recorrido más de tres a cinco kilómetros en las dos últimas horas. Un caucho inflado con menos aire del recomendado, aunque sea levemente, se calienta y puede reventarse en cualquier momento, provocando la pérdida del control del auto.

En cambio, si la presión es demasiado alta, además de dañar los amortiguadores, disminuye el poder de tracción del neumático, y el carro pierde estabilidad ante las irregularidades de la vía, particularmente en las curvas.

Batería

Aunque es cierto que mientras más conducimos, más se carga la batería, si ésta ya está fallando puede dejarlo varado en plena carretera y tener que pedir que lo auxilien o llamar una grúa. No se arriesgue y decídase a comprar una nueva. Con el uso y debido a la humedad que produce el ácido de la batería, los bornes y los terminales de los cables de la batería se sulfatan e impiden un contacto eléctrico adecuado, por lo que puede tener problemas para encender el auto precisamente el día que se dispone a salir a disfrutar unas merecidas vacaciones. Asegúrese de limpiarlos con un cepillito para limpiar bornes o simplemente con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Para que no se vuelvan a corroer, puede lubricarlos con grasa de litio o vaselina.

No salga de la casa sin cerciorarse de que todas funcionan correctamente, sobre todo si va a viajar de noche.

A fin de garantizar un perfecto alumbrado del camino y evitar deslumbrar a los conductores que circulan en sentido contrario, hay que mantener perfectamente alineadas las luces delanteras.
Haga una prueba, preferiblemente durante la noche. Estacione el vehículo en una parte plana, que no tenga desniveles, frente a una pared.

A una distancia de poco menos de 30 centímetros, encienda las luces altas y marque en la pared (una cruz con cinta adhesiva) el punto de mayor iluminación de cada faro. Haga lo mismo con las luces bajas, diferenciando cada marca entre sí.

Aleje el auto unos siete u ocho metros de la pared y vuelva a encender las luces para ver dónde quedaron los centros de iluminación.

El de las luces bajas debe estar entre 17 y 18 centímetros en línea recta por debajo de la marca que hizo anteriormente, mientras que el punto de mayor iluminación de las luces altas debe descender entre cuatro y cinco centímetros.

De ser necesario, con un destornillador de cruz gire los tornillos de regulación que hay dentro de los faros para ajustar la luz que esté desalineada. Compruebe que las luces quedaron bien sacando el auto y manejando de noche.

Servio Viloria
sviloria@eluniversal.com

Guía Automotriz / El Universal

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