lunes, 26 de diciembre de 2011

Yamaha T-Max 530: Máximo Max

Un motor bicilíndrico de 500cc, una parte ciclo digna de una deportiva media y una carrocería de scooter de gran lujo han sido los tres puntales sobre los que Yamaha ha construido durante diez años el mito del T-Max, un maxi-scooter que se ha ganado al público de media Europa gracias a unas aptitudes que suman lo mejor de dos mundos con un diseño realmente atractivo. Después de estos dos lustros y de un par de puestas al día y varias mejoras técnicas, la marca de los diapasones ha decidido remodelar por completo el rey de los scooters y dejarlo en condiciones de defender su liderazgo ante la nueva hornada de rivales que, encabezados por BMW, llegará en el 2012 al mercado.

El cambio más destacado del nuevo T-Max debe buscarse en su propulsor. Los fans del modelo habían especulado mucho en los últimos meses sobre su nueva cilindrada y, aunque la mayoría esperaba mucho más cubicaje y potencia, finalmente Yamaha ha optado por la contención. Así, pese a ser totalmente mantiene su bicilíndrico en paralelo sube de los 449 cc de siempre hasta los 530cc, ganando 3 CV. La explicación que dan desde Iwata a este modesto incremento es simple y podría resumirse en una palabra: cordura. La cuestión es que los más de 46 CV de potencia total que ofrece el nuevo modelo se consideran idóneos para un vehículo de estas características y, según los responsables del proyecto, aumentar más esta cifra hubiera implicado sacrificar parte del equilibrio del que siempre ha hecho gala el T-Max. No obstante la diferencia entre la versión 500 actual y el 530 va mucho más allá de esos 3CV. La marca asegura que la nueva planta motriz resulta ahora más efectiva, consume menos y resulta más progresiva, ganando en cifra de par e inmediatez de respuesta gracias a un importante trabajo en la franja baja y media de revoluciones.

Como era de esperar, el bastidor también se ha trabajado a fondo y la espina central formada por una doble viga en aluminio es más rígida con menos material y ha visto reducido su peso total con la adopción de un nuevo basculante en aluminio de doble brazo construido en dos piezas. No obstante, la parte más importante del secreto de esa cura de adelgazamiento -y también de la mayor efectividad del motor- está en la transmisión final. La particular doble cadena que Yamaha había utilizado en el T-Max desde su nacimiento se ha sustituido por una nueva correa dentada con la que se consigue menos peso suspendido, mejor feeling al abrir gas y menor mantenimiento, pero también rebajar espectacularmente las pérdidas de potencia por fricción que sufría esta zona.

De este modo, el peso total en seco se queda por debajo de los 200 kilos (217 con todos los depósitos llenos) y, lo que es más importante, repartidos al 48 y 52% sobre el tren anterior y el posterior, respectivamente... casi como una moto.

Las primeras unidades del nuevo Yamaha T-Max 530 llegarán a España antes de que concluya este año, aunque su precio todavía no se ha hecho público, mientras que la versión ABS se espera para finales de invierno.


http://www.lavanguardia.com

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