miércoles, 7 de marzo de 2012

Alcanzar los objetivos

La calma es fundamental en el hiperactivo mundo actual

Tras dieciocho años como periodista, Leo Babauta entró un día en crisis y lo dejo todo para cumplir sus ideales. Para enseñar su exitosa experiencia, creó el blog “Zen Habits”, con cerca de dos millones de lectores mensuales y 230.000 suscriptores, que se sitúa en el ranking de los cincuenta mejores de todo el mundo.

Ahora, reúne todos los consejos de su blog en el libro inédito El poder de lo simple (Editorial Booket) en donde nos muestra el camino que él siguió para cancelar sus créditos económicos, dejar de fumar, perder dieciocho kilos, practicar deporte, triplicar su beneficios económicos sin triplicar su trabajo, escribir una novela y varios libros de no ficción, madrugar más y tener tiempo para su familia.

Una nueva vida más simple

Para conseguir sus objetivos, se mudó con su mujer y sus seis hijos de su isla natal de Guam, perteneciente a Estados Unidos y situada en el Pacífico occidental, en el área de San Francisco, donde lleva una vida sencilla y simplificada con cinco claves esenciales: enfocarse en un objetivo y concentrar toda su energía en lograrlo, crear progresivamente nuevos hábitos, establecer límites realistas a los objetivos, sentir la satisfacción de alcanzar metas y hacer menos y, a la vez, lograr más.

“La solución a todos nuestros problemas radica en ponernos límites a la cantidad de cosas que consumimos y hacemos”, afirma en este libro-guía, que centra su primera parte en los consejos teóricos para realizar este cambio.

Completa la explicación con consejos prácticos en la segunda parte. “Mi objetivo es conseguir una vida más simple en la que podamos lograr todo lo deseado porque he comprobado que, cuanto más la simplifico, cuando reduzco el bullicio, puedo disfrutar más de las cosas que me gustan”, afirma Babauta, con conocimiento de causa.

Con el agua al cuello

Estaba lleno de deudas, tenía un horario laboral que casi no me permitía ver a mi familia.

Su trabajo lo sometía a niveles altísimos de estrés, tenía sobrepeso y un estado de salud malísimo. Ahora, “me enfoco en un objetivo y concentro mi energía en lograrlo”, asegura este gurú, para quien la simplicidad consiste en “identificar lo esencial y eliminar el resto”.

Para quienes se pregunten cómo consigue hacer tantas cosas en el mismo tiempo que el resto de los mortales, asegura que es cuestión de aplicar “los seis principios de la productividad simplificada”, basados en establecer límites, elegir lo esencial, simplificar, enfocarse, construir hábitos y empezar en pequeño.

Basado en los principios del “haiku”, un poema japonés de solo diecisiete sílabas escritas en tres líneas, Babauta constata que “al establecer limitaciones, se tiene que elegir lo esencial y, por lo tanto, se aprende a hacerlo en todas las actividades de tu vida”.

“Al elegir lo esencial, se genera un gran efecto con recursos mínimos, por lo que escoger siempre lo esencial maximiza tu tiempo y tu energía”. Aconseja preguntarnos qué áreas de la vida son más agobiantes y cuáles nos gustaría simplificar para establecer nuestros límites, “ya que no tener límites es como tratar de excavar toda una hectárea con una pala”.

Tomar en cuenta

-El periodista y escritor aconseja marcar unas pautas para consultar el correo electrónico, las llamadas telefónicas, el número de proyectos entre manos, el número de blogs a los que esté suscrito, la cantidad de tiempo que permanece conectado a Internet o la cantidad de material que tiene sobre tu escritorio.

-Es ideal que “te marques unas pautas y pruebes una semana con ellas para ver si dan resultado y, si no te funciona, ajústalo o al nivel que creas conveniente y prueba otra semana, hasta llegar al nivel adecuado y que esta actitud se pueda convierta en un hábito”.

-Una vez que la persona haya aprendido a establecer límites, aprenderá a aprovecharlos al máximo, eligiendo lo esencial y simplificando, afirma Babauto. Hay que concentrarse en la tarea que uno tiene entre manos en vez de ejercer varias simultáneamente para ser más productivos y para conseguir entrar en un estado de “fluidez”.

-En sintonía con el dicho “quien mucho abarca, poco aprieta”, asegura que la concentración en una solo tarea esencial nos hace más eficientes y que deberíamos poner límites “a todas aquellas cosas que sientas que te sobrecargan”.

Nana de Juan/Efe Reportajes

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