Aunque para el Ejecutivo se trata de un acto de justicia, a pesar de la gran carga fiscal que implica, el profesor universitario en materia laboral, Juan Carlos Pró-Rísquez, señala que se trata de retomar un esquema que no existe en ninguna parte del mundo.
Explica que esto ocurre precisamente porque para la clase obrera es importante tener beneficios más tangibles, sobre todo en economías inflacionarias.
Señala que los cálculos que realice el Gobierno para honrar este compromiso deben tomar en cuenta también los pasivos que se generan anualmente. "Eso requiere un estudio presupuestario y financiero complejo, no es tan sencillo".
Pró-Rízquez considera que es importante que se dé un amplio debate nacional, para que los trabajadores decidan lo que les conviene.
Anteriormente, la legislación establecía 30 días por año de servicio, calculado en conformidad con el último salario. En 1997 hubo un consenso nacional, entre el Gobierno y las centrales sindicales y patronales, para modificar ese régimen de prestaciones sociales, calculadas mensualmente. De los 30 días que ganaban los trabajadores al año, pasaron a percibir 60 días, a cambio de eliminar la retroactividad. Hasta ahora, el Gobierno evalúa varios esquemas de cálculo de prestaciones. YF
Publicado por http://www.eluniversal.com