El DS3 Cabrio no es un descapotable clásico, pues ofrece una capota corrediza que deja bien visibles los arcos laterales en una construcción similar a la que se practicó con el C3 Pluriel. Aunque éste permitía retirar los travesaños y dejar al coche como un cabrio puro.
La marca francesa del Grupo PSA explota otras posibilidades como que la capota se pueda desplegar por fases, hasta un máximo en que se recoge por encima de la tapa del maletero. Pero ahí se encuentra con el inconveniente de que oculta casi por completo la visión trasera con el retrovisor interior. Este sistema es similar al llevado a la práctica en el Fiat 500. Abrirse al cielo, una tarea en la que se emplean 16 segundos, tiene otras contraprestaciones favorables, como por ejemplo que se puede hacer en marcha hasta una velocidad de 120 km/h.
Una velocidad récord en este tipo de acciones, y facilitada por un deslizamiento entre carriles y no un levantamiento del techo como en los cabrios tradicionales.
La solidez de la capota está avalada por los 180 componentes mecánicos y electrónicos que contiene, así como las tres capas aislantes que dispone. Factores que redundan en una estanqueidad del habitáculo estupenda y en evitar ruidos aerodinámicos que en este tipo de autos se hace muchas veces inevitable.
La visión capotada y descapotada del DS3 Cabrio refuerza el atractivo de sus líneas. Y eso que hay que reconocer que en diseños tan sofisticados practicar una modificación -por leve que sea- es un riesgo grande para mantener ese mérito que sigue siendo que el producto entre por los ojos.
El diseño ha pasado factura a lo práctico y el ejemplo más notorio se da en el maletero que, aunque deja una muy buena capacidad de 285 litros, la boca es tan angosta que apenas puede entrar una maleta de tipo normal.
El interior repite miméticamente la decoración del modelo convencional, con ese juego de relojes superpuestos de regustos racing, junto a una buena disposición de los dispositivos para dejarse manejar con facilidad. Cambia, el dispositivo de apertura del techo, en la parte superior.
El DS3 Cabrio se apunta a detalles de diseño luminoso mediante las luces LED de día y el sistema tridimensional que adoptan los pilotos traseros, gracias a un sistema de superposición de espejos.
Bien resueltas han quedado las distancias entre filas de asientos y de éstos al techo, de modo que personas altas no se verán obligadas a doblar la cabeza.
La habitabilidad de los asientos delanteros es muy cómoda. Para el acompañante, una dimensión extra de profundidad por la original disposición de la guantera, hacia dentro en la parte inferior.
Para la primera prueba de este modelo se ha asignado a Efe un motor de gasolina 1.6 THP de 155 CV, el más alto de la gama.
Este motor es muy rápido de reacciones desde la parte más baja del cuentavueltas, donde ya expone respuestas enérgicas y briosas, pero se puede combinar para una circulación urbana con muy bajos regímenes sin mostrar ahogos y pesadez al acelerar. Esta facilidad de adaptación conlleva a un aceptable nivel de consumo que en prueba, sobre carretera (6,5 litros a los cien kilómetros, y en ciudad, no rebasó los 8).
Un vehículo descapotable tiene algunos inconvenientes dinámicos que se pueden solventar con la adecuada rigidez de la estructura y en esto el DS3 es un buen ejemplo. La ingeniería ha hecho el trabajo de reformar la arquitectura lateral y reforzar la estructura en torno al maletero. La disposición de los apoyos es en todo momento equilibrada. Cada tren responde a las exigencias de la dirección, por otra parte, directa y fiable, y con un grado de resistencia adaptado correctamente a la velocidad. Las capacidades de personalización de esta versión están en línea con las de la berlina, acentuadas por el juego decorativo que admite la capota de lona.
Ángel Alonso