Viajar en auto para tomar las vacaciones o relajarse un fin de semana en la playa es una opción quizás más económica para quienes tiene su vehículo propio. Además, es divertido para el resto de la familia, ya que pueden disfrutar del paisaje a medida que se desplazan por la carretera, tomar fotografías y hacer paradas para descansar.
Después de la revisión obligada del auto en casa o en el taller mecánico para poner a punto todos los sistemas entra en juego el aspecto humano. La persona que estará tras el volante necesitará estar relajado, haber dormido bien y suficiente antes de tomar la carretera. Una buena noche de sueño le permitirá un óptimo estado de vigilia, con todos sus sistemas en alerta de manera que pueda responder de forma adecuada ante una contingencia. De la capacidad de maniobra del conductor ante un obstáculo, otro auto accidentado, la lluvia, dependerá la vida de todos los ocupantes.
Además de un sueño relajante, es vital comer ligero pero nutritivo. Un desayuno a base de proteínas, acompañado de jugo de frutas naturales, leche o yogur, una deliciosa taza de café (en caso de tomarlo) le brindará la energía que necesita para conducir un largo trayecto.
Claro está, puede realizar varias paradas en sitios donde puedan todos tomar un refrigerio, estirar el cuerpo, respirar aire fresco para contrarrestar la fatiga y recargar baterías. En la carretera encontrará también miradores para contemplar el paisaje, recrear la vista y evitar el cansancio visual que puede generar estar con la mirada fija siempre al frente. Solo tiene que prever que sea seguro detenerse en estos parajes.
Las estaciones de servicio son un festín para los más pequeños de la familia. Allí pueden tomar un jugo, comprar algunos bocadillos salados y, por supuesto, agua potable para el camino. Las revistas de pasatiempos pueden mantenerlos ocupados un rato, permitiendo al conductor concentrarse plenamente en la vía. Si los niños tienen consolas de videojuegos de seguro estarán ocupados un largo rato. Los bebés, por supuesto, deben viajar en su asiento especialmente diseñado para su comodidad y seguridad. En caso de que sientan náuseas y sea imposible detenerse en ese momento, puede abrir las ventanillas unos centímetros para que respiren aire fresco. Así se puede disipar el malestar o calmarse un poco hasta que llegue a un lugar donde se pueda detener y puedan bajar del auto, bien sea para vomitar o estabilizarse.
Escuchar un poco de música puede ahuyentar el cansancio, siempre que sea en un volumen moderado para no causar el efecto contrario.
La comodidad es vital en todo viaje por carretera. Así, prefiera una vestimenta holgada, que le permita amplia movilidad. Incluso el calzado debe ser cómodo, flexible y ventilado.
Las prendas de algodón son ideales para los viajes largos al volante; pantalones con elástico en lugar de usar correa que le apriete en la cintura.
Si viaja con los niños, aplique la misma vestimenta; que sea cómoda y les permita transpirar sin sofocarse. Evite los jeans ajustados y prefiera las sandalias estilo playeras que les dan mayor libertad a los más pequeños.
No olvide llevar agua suficiente para refrescarse y algunos bocadillos ligeros y fáciles de comer en el camino; evite comer algo pesado para no causar molestias estomacales.
Al hacer las paradas para descansar insista en que los niños vayan al baño, de manera que desocupen su vejiga y estén cómodos para continuar el viaje sin hacer pataletas una vez que se ha retomado el camino.