1 – Envuelve tus muebles en gruesas mantas o almohadones para evitar que se rayen.
2 – Cierra los cajones con cinta adhesiva para evitar que se deslicen, dañando los cajones u otras piezas del mobiliario. Sin embargo, no apliques la cinta directamente sobre la madera, en su lugar, envuelve la pieza en plástico y luego pasa la cinta para proteger el acabado de los muebles.
3 – Si es posible, quita las patas de los muebles grandes, como las mesas, por ejemplo. Esto hace que sea más fácil pasar por las puertas sin rasguños y ahorra espacio en el interior del camión de mudanzas. Envuelve cada pierna en film alveolar (papel burbuja). Coloca todas las piezas en una bolsa de plástico y pegalas con cinta adhesiva al mueble correspondiente.
4 – Ata los muebles grandes en el interior del camión de mudanza con cuerdas, cables o cuerdas elásticas, de esta forma, se evita que se caiga o se raspe contra otros objetos.
5 – Usa almohadones del sofá y almohadas como separadores entre los muebles para impedir que las piezas se toquen y acaben raspándose unas con otras.
6 – Cubre los colchones y muebles tapizados con láminas de plástico para proteger contra la suciedad y posibles rasgados.
7 – Asegúrate que todo esté fijo al camión y atado con fuerza. Los objetos sueltos pueden caerse o deslizarse durante el transporte y causar daño a tus muebles.
8 – Coloca los muebles y aparatos pesados en un carrito, y usa correas para mantenerlos en su lugar.
9 – Pídele ayuda a amigos o contrata una empresa de mudanzas que incluya cargar los muebles. No trates de mover solo un mueble que sea muy pesado.
10 – Busca las mejores empresa y compara sus perfiles y presupuestos.
Fuente: http://iguanafix.wordpress.com
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