viernes, 30 de agosto de 2013

Cómodas persianas graduables

Una habitación en penumbra durante las largas tardes de verano invita al descanso y evoca las siestas de nuestra niñez en las horas más calurosas del día. Una buena iluminación natural proporciona optimismo y energía en las agradables mañanas soleadas de la primavera o en las frías y plomizas de invierno. En ese juego de luces y sombras las persianas graduables se convierten en un aliado excelente para nuestro hogar y nuestro bolsillo.

La arquitectura moderna apunta a los espacios abiertos y la transparencia gracias al uso de los cristales tanto en interiores como en las fachadas. Pero sin una regulación adecuada de la luz y el sol los ambientes acristalados pueden no resultar cómodos para las personas.

Las persianas graduables pueden contribuir ampliamente al ahorro energético, ya sea en un domicilio particular o en una oficina, tanto en verano como en invierno. Aíslan del calor, del frío, de la luz, del viento e incluso del ruido, a la vez que proporcionan intimidad sin por ello estar totalmente desconectados del exterior. Los sistemas de protección solar, si son automatizados y utilizados correctamente, pueden contribuir al ahorro energético.

Así lo aseguran desde el fabricante Griesser, que cita un estudio de la Asociación Europea de Protección Solar según el cual la protección solar automática permite ahorrar hasta 10% de energía. Además, la persianas graduables, que puede encontrar en los más variados materiales, proporcionan elegancia y versatilidad, lo que permite salir del ambiente puramente laboral y hacer de ellas un elemento de decoración lleno de posibilidades para sustituir a las tradicionales cortinas.

Ahorrar energía
 
Ya sean de exterior o de interior, entre sus virtudes destaca el ahorro energético, pues sus lamas permiten regular la cantidad de luz y aire adecuados para cada época del año o momento del día.

En verano se puede logra un ambiente fresco y relajante sumergiendo las estancias en una agradable penumbra que mantiene a raya el sol, el cual no solo aporta calor sino que pueden dañar los muebles, suelos de madera, telas y tapicerías. Así se reduce el consumo de aire acondicionado durante las horas más calurosas de los meses estivales. 

En invierno, sin embargo, una buena exposición solar ayuda a templar de manera natural la casa, aunque para ello es preferible que esté orientada hacia el este o el sur. Además, las lamas móviles favorecen conducir la energía del sol, con lo que se limita el uso de calefacción y ayuda a un mayor aprovechamiento de la luz solar limitando así la eléctrica.

Carmen Rodríguez