martes, 13 de agosto de 2013

Seguridad y confort en el habitáculo


Al hablar de seguridad pasiva hay que mencionar diversos mecanismos y recursos con los que cuenta el conductor y los acompañantes en todo auto. Los airbag, el cinturón de seguridad, el reposacabezas. Este último tiene como función limitar las oscilaciones del cuello durante un choque o eventualidad en la carretera para minimizar las lesiones a las vértebras cervicales. Por otro lado, brinda comodidad al permitir que la persona precisamente apoye su cabeza y relaje la zona del cuello. Si hay dolor o se siente presión en los músculos del área, eso puede indicar que el reposacabezas no está ajustado a los requerimientos de los ocupantes.

En la mayoría de los vehículos los reposacabezas van principalmente colocados en los asientos delanteros aunque muchos modelos actuales los incorporan en los traseros. La función no cambia y es importante que los usuarios aprecien su importancia, muchas veces pasada por alto en comparación con el cinturón de seguridad, por ejemplo.

En todo caso, lo importante es conocer su uso y ajustarlo de forma apropiada para obtener óptimos resultados.

Los fabricantes de autos se esfuerzan por brindar dispositivos más eficaces con nuevos diseños que permitan minimizar el efecto del "latigazo" en la zona cervical.

Se han realizado diversas investigaciones y estudios para tratar de clasificar la forma correcta e incorrecta de utilizar el repozacabezas. Los participantes recurren a fotografías de los conductores que permiten ejemplificar claramente la situación. Por ejemplo, un mal uso deriva de una ubicación por debajo de las orejas de quien conduce, ya que el dispositivo no cumple su función.

En el uso correcto la distancia entre la cabeza y el dispositivo es mínima y claramente éste se encuentra a la altura de las orejas.

Es evidente que el reposacabezas se debe ajustar a las características del conductor. Además, debe ir en concordancia con los ajustes del asiento para optimizar la visibilidad.

Las advertencias de los especialistas se basan en los accidentes que cada día ocurren en las diversas carreteras. Hay que recordar que las lesiones varían desde un esguince cervical hasta la tetraplejia. Así de importante es este dispositivo en el que muchos hombres y mujeres, jóvenes o adultos no suelen reparar. Durante un choque frontal, desde la parte trasera o lateral, el tronco se desplaza en diferentes direcciones pero la cabeza se mueve en otro tiempo, por lo que se produce el típico vaivén o zigzagueo del cuello conocido normalmente como "latigazo cervical".

Algunos estudios han estudiado los movimientos de la zona del cuello en tales casos.

La persona puede experimentar un estiramiento hacia arriba, pero también un movimiento brusco hacia atrás o un pronunciado doblamiento del cuello. En los casos en los que el apoyacabezas no está colocado de forma correcta para recoger eficazmente el impacto del cuello e impedir que las vértebras cervicales sean afectadas, se pueden presentar consecuencias graves.

Puede ser visto como un accesorio y por lo tanto, no darle la importancia que amerita. No obstante, resultaría útil y saludable conocer desde temprana edad para qué sirve el reposacabezas y por qué se debe ajustar a los requerimientos de cada conductor. Cuando los jóvenes reciben estos datos que inciden de forma directa en su seguridad y bienestar, aprecian los consejos de los padres y demás adultos a su alrededor.

Luego, ellos transmiten dicha información a los hermanos y amigos más pequeños; una de las maneras más eficientes de promover la responsabilidad.

Marilin Pino A.
mpino@eluniversal.com

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