viernes, 11 de octubre de 2013

Retos de la movilidad urbana

Este año, con motivo de la celebración del Día Mundial del Hábitat el primer lunes del mes de octubre, las Naciones Unidas hizo hincapié en la movilidad urbana.

"La movilidad es el núcleo de un acceso equitativo a los bienes básicos, servicios y actividades como el trabajo, la educación, la sanidad y las relaciones sociales".

Así lo indica Joan Clos, director ejecutivo de ONU-Hábitat, la Agencia de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos.

No obstante, Clos subraya que, con el tiempo, han quedado en evidencia los costes colectivos de la denominada automovilidad "incluyendo la expansión urbana, la contaminación acústica y del aire, el cambio climático, los accidentes de tráfico y la separación de la gente por clases y razas".

En este sentido, Paco Segura, miembro de Ecologistas en Acción, afirma que el transporte motorizado, y en especial el automóvil, ocasiona diferentes problemas en las ciudades, entre los que destacan la contaminación del aire, el ruido, la ocupación de espacio y la peligrosidad.

"Se calcula que, en muchas ciudades, tres cuartas partes de la contaminación proceden del tubo de escape de los autos. Tanto es así, que en España esto provoca unas 20.000 muertes prematuras cada año, una cifra diez veces superior a la de accidentes de tráfico", comenta. Segura añade que en una ciudad como Madrid se pueden perder hasta dos años de esperanza de vida a causa de la mala calidad del aire.

Respecto al ruido, el ecologista expresa que aunque lo que más quejas suele generar son las actividades de ocio, entre 70% y 80% de la contaminación acústica de las ciudades procede del tráfico automotor. "Esto es algo que hace que las ciudades resulten inhóspitas", apunta.

Asimismo, Segura habla de peligrosidad y sostiene que esto genera importantes consecuencias para algunos sectores de la población. "Los niños no pueden ir a la calle solos, encontrarse con sus amigos y moverse por su entorno. No salen si no están vigilados por un adulto por miedo al atropello y acaban socializándose delante de la televisión".

Otro problema es la ocupación, pues la mayor parte del espacio en las ciudades está reservado a los carros, bien para que circulen o para que estacionen, señala. Así, en opinión de Segura habría que cambiar la prioridad en el uso de las vías públicas y "reservar la calle para los viandantes, los usuarios del transporte público y los de medios no motorizados como la bicicleta".

Transporte sostenible 

El Consejo de Transportes de la Unión Europea entiende que un sistema de transporte sostenible es aquel que "permite responder a las necesidades básicas de acceso y desarrollo de los individuos, empresas y sociedades, con seguridad y de manera compatible con la salud humana y el medio ambiente".

Además, debe resultar asequible, operar equitativamente y con eficacia; ofrecer una elección de modos de transporte y apoyar tanto una economía competitiva como un desarrollo regional equilibrado, destaca esta entidad.

"Pero la movilidad es algo más que el modo de transporte que utilizamos", expresa Joan Clos. En este sentido, el director ejecutivo de ONU-Hábitat señala que la planificación y el diseño urbano deberían tratar de acercar personas y lugares, creando ciudades centradas en la accesibilidad, en vez de aumentar simplemente la longitud y la capacidad de la infraestructura de transporte urbano.

Del mismo modo, Paco Segura afirma que si optamos por modelos de ciudades con grandes centros comerciales y de ocio a las afueras, polígonos industriales alejados y zonas universitarias apartadas estamos forzando a la gente a que se mueva de forma motorizada y haciéndole perder una gran cantidad de tiempo y de dinero en ello.

En cambio, "en la medida en que la ciudad sea más compacta y todos estos usos estén más integrados, será más fácil atender a todas las necesidades con un paseo o una vuelta en bicicleta", precisa.

Para Segura, una ciudad que podemos tomar como ejemplo es Friburgo, en el sur de Alemania. "Está diseñada con unos criterios urbanísticos y de movilidad sostenibles, no hay ninguna zona de la ciudad a más de cuatrocientos metros de una estación de transporte público, los peatones y las bicicletas tienen prioridad y el acceso en auto está restringido en determinadas vías".

Se trata, además, de una ciudad en la que las bicicletas pueden acceder al transporte público.

"Esto permite llegar hasta la estación en bicicleta, subir al transporte público para hacer el recorrido más largo y volver a hacer en bicicleta el último tramo hasta el lugar de destino", apunta.

"Ese sistema está muy bien implantado en Friburgo, donde un porcentaje muy alto de los desplazamientos se hacen en transporte público y en bicicleta. Es una ciudad en la que los niños juegan en la calle con toda tranquilidad porque hay áreas absolutamente cerradas al tráfico y que son seguras para ellos. Friburgo es un magnífico ejemplo de lo que se puede conseguir. Los ciudadanos pueden contribuir a hacer de su ciudad un lugar más sostenible simplemente dejando el carro en casa siempre que sea posible.

Por su parte, Héctor de Prado, responsable del Área de Cambio Climático y Energía de Amigos de la Tierra, recomienda ir a los sitios caminando, en bicicleta o en cualquier medio de transporte no motorizado y utilizar el transporte público.

A la hora de utilizar el vehículo, desaconseja conducir con continuas aceleraciones y frenadas, ya que de esta manera se incrementa el gasto de combustible y, por tanto, las emisiones.

A su vez, el especialista insta a usar un auto eléctrico o híbrido, a compartir vehículo con otras personas y a solicitar transporte comunitario para trabajadores en las empresas.

Purificación León