Un vehículo con un buen mantenimiento se conservará durante más tiempo, y ese cuidado debe incluir no sólo el motor, la dirección, los frenos y los cauchos; también el exterior por lo cual es aconsejable limpiar la carrocería periódicamente. Los expertos señalan que de los sistemas que existen en los autolavados, el más aconsejable es el que utiliza mangueras de presión, pues ocasiona menos daño a la pintura. Es recomendable para lavados frecuentes tras poca suciedad acumulada. Indican que el método de túnel de lavado con rodillos tiene el inconveniente de que si tienen cerdas como un cepillo dejarán pequeños rasguños en forma de tela de araña en la capa superficial de la pintura, menos visibles en pinturas claras y metalizadas, pero que se notan bajo la luz directa del sol.
El lavado a mano, aunque es el sistema más recomendable para limpiar el vehículo, cada día se hace más difícil porque las personas no disponen del espacio y del tiempo requerido para hacerlo.
Pero para quienes tienen la dicha de poder lavar a mano su vehículo estos son los pasos y las recomendaciones a seguir, recordando que no es conveniente hacer este trabajo bajo la luz del sol.
Hay que ser muy cuidadoso y emplear los materiales adecuados para minimizar casi totalmente las posibilidades de arañar o manchar la pintura.
Utilizar jabones específicos para automóviles, jamás lavarlos con detergentes para ropa o platos. Se recomienda usar un champú con buena lubricación para disminuir la fricción con la carrocería en el momento del lavado, y que a la vez tenga pH neutro, para que no sea muy agresivo y permanezcan durante más tiempo los tratamientos como cera que se hayan aplicado sobre la pintura.
No utilizar esponjas, ya que al ir lavando se quedan con la suciedad en la superficie y provocan pequeños arañazos en la pintura; se recomienda el uso de trapos o guantes de microfibra porque son más suaves y no rayan. Se usan dos, uno para enjabonar y otro para enjuagar.
Primero hay que mojar con agua la carrocería para que se desprendan las partículas grandes de sucio y se ablandan las que están más adheridas.
Si utiliza la manguera, ésta debe estar situada a cierta distancia para que la fuerza del agua no dañe la pintura.
Use dos tobos, uno con agua limpia y el otro con el agua jabonosa respetando la cantidad que aconseje el fabricante. Se comienza por el techo para ir bajando hacia los cristales, el capó y los laterales. Dejando las partes bajas y los parachoques para el final, enjuagando rápidamente para que los restos de jabón seco no dejen manchas en la pintura. No haga círculos, limpie en línea recta de arriba a abajo y de derecha a izquierda sin presionar demasiado.
Una vez enjuagado se seca con la gamuza o con un paño de microfibra. Nunca se debe dejar secar al aire puesto que las superficies húmedas atraen y atrapan partículas de polvo que están suspendidas en el aire y dejan manchas en la carrocería.
Edén Valera
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