Un líder vela por el bien de la compañía y antepone esta lucha a intereses personalesDentro de cualquier organización empresarial, los líderes –bien sean jefes o coordinadores de áreas o departamento– nacen de la necesidad que tienen diferentes grupos de empleados de forjar una relación dinámica, a objeto de orientar su trabajo hacia el logro de determinados objetivos.
Es sabido que cuando varios trabajadores han tratado de asumir el papel de líder simultáneamente el resultado ha sido, generalmente, confuso o ambiguo. De allí que sea evidente la necesidad de un líder, y ésta aumenta conforme los objetivos del equipo son más complejos y diversos.
Características esenciales
Un líder debe tener la capacidad de visualizar y proyectar un propósito definido y estructurado, así como de trasmitir la esencia de dicho propósito, respaldado en el beneficio común.
El fin es que quienes reciban el mensaje lo entiendan y lo involucren dentro de sus propósitos como propio. Debe ser justo en las decisiones que toma, reconocer el esfuerzo de los demás y generar ambientes de convivencia y participación. Siempre ha de permitir que el equipo trabaje con “autonomía” para que proceda como considere más oportuno.
Una autonomía dentro de ciertos límites que no implique descontrol, que permita que todos asuman responsabilidades, tomen decisiones y respondan por los resultados. Debe fomentar la creatividad.
El líder no puede inmiscuirse en los detalles menores del trabajo de sus subordinados. Estos podrían sentirse incómodos, presionados y subestimados.
Momentos de crisis
El éxito de una organización en momentos de crisis depende principalmente de contar con equipos unidos, competentes, preparados, capaces de hacer frente a la situación. Los líderes de cada grupo son el timonel de la compañía y si su papel es vital en tiempos normales, aún más ante dificultades.
Una de las obligaciones principales de un líder empresarial es rodearse de un equipo de primer nivel, que sepa cómo reaccionar en situaciones de incertidumbre y preocupación. No se puede permitir la menor división dentro del equipo.
Debe demostrar que está al frente y que todo está bajo control. Ha de mantener la calma y proyectar una imagen de serenidad.
Comenzará por evaluar la situación con plena objetividad. Tiene que conocer con precisión la realidad, por dura que ésta sea. Debe estar preparado para tomar decisiones con celeridad, aun cuando éstas requieran grandes sacrificios por parte de los empleados.
Después de la tormenta
Una vez que se ha superado la situación coyuntural, debe realizar un análisis crítico para conocer con exactitud lo sucedido: qué originó la crisis, si se debió a fallas internas o si pudo haberse previsto o evitado.
El objetivo es sacar conclusiones con vistas al futuro. Si algún miembro del equipo no estuvo a la altura de las circunstancias, debe exigir responsabilidades.
También es el momento de agradecer a sus empleados el esfuerzo realizado y comunicar que la crisis se superó.
El mejor equipo
–Cuando un líder escoge a sus colaboradores, el criterio de selección que aplica es elegir a los más capacitados. Busca gente competente, con personalidad, empuje, ideas propias, que sepa trabajar bajo presión; que sean leales y honestos.
–El trabajo en equipo conlleva compartir información, estar abierto a discusiones, saber escuchar, ser receptivo a las buenas ideas que expongan otros.
–En definitiva, crear un ambiente participativo en el que las personas puedan exponer libremente sus opiniones, sus ideas.
–Es preciso mantener reuniones que sirvan para estrechar lazos;_realizar un seguimiento cercano al trabajo de cada equipo. Fomentará la responsabilidad, la disposición a tomar decisiones, a asumir riesgos y a responder de los resultados. Para ello es fundamental que sepa delegar.
–Así como exige lealtad a su equipo, por su parte debe mostrar una lealtad incondicional hacia sus empleados. Defenderá a sus subordinados cada vez que sea necesario.
Fuente: www.dimensionempresarial.com
Servio Viloria
Especial para El Universal
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