Mujeres profesionales de países Bric le salvarán el pellejo a las transnacionales
Las llamadas economías emergentes se llenan de mujeres universitarias con alto grado de ambición, que están bajo la lupa de empresas multinacionales que enfrentan un cuello de botella para conseguir recurso humano preparado, señala un estudio conducido por Sylvia Ann Hewlett, profesora de la Universidad de Columbia.
La expansión de las compañías globales se sustentará en el talento que producen las naciones en desarrollo, pero el detalle está en que éstas no siempre ofrecen una educación óptima. Si bien la India produce igual cantidad de ingenieros que EEUU, solo 25% tiene el nivel para trabajar en una trasnacional; y en Rusia, que gradúa 10 veces más administradores que Alemania, solo 20% tiene el perfil para pertenecer a una empresa global, según reporta el McKinsey Global Institute.
En medio de este escenario, las mujeres de los países emergentes “rompen el celofán” en varios aspectos, y lucen dispuestas a recuperar el tiempo perdido por sus madres y abuelas.
Ellas representan 65% de los graduados universitarios en los Emiratos Árabes Unidos, 60% en Brasil y 47% en China, señala el Harvard Business Review en una reseña sobre este estudio.
En Rusia, 86% de las damas entre 18 y 23 años cursan estudios superiores.
Además, en India, 50% de las féminas (versus 40% de los hombres) ha pasado por la enseñanza terciaria.
No solo están educadas, sino que además son ambiciosas, incluso más que en los países desarrollados, por eso las grandes empresas les ponen el ojo.
En la India 85% de las mujeres se considera como “muy ambiciosa”, en los Emiratos Árabes Unidos, 92%; en Rusia el porcentaje llega a 63, y en China a 65. Entre las estadounidenses, la cifra solo alcanza 36%.
La investigación fue conducida por cinco compañías globales: Bloomberg, Booz & Company, Intel, Pfizer y Siemens.
Se recolectó data de 4.350 sujetos universitarios, entre hombres y mujeres, en los países del grupo Bric (Brasil, Rusia, India y China) y los Emiratos Árabes Unidos.
Saber tratarlas
El otro lado de la moneda es que las mujeres de estos países enfrentan retos únicos que en nada se parecen a los problemas de la mujer europea o estadounidense.
La reseña del HBR pone el ejemplo de una “profesional estrella” en un banco asentado en los Emiratos Árabes Unidos, quien tuvo que declinar la invitación a una sesión de capacitación en Nueva York, porque las mujeres árabes solteras no pueden abordar un avión, ni alojarse en un hotel, sin la compañía de un familiar de sexo masculino. La empresa ni siquiera transmitió las jornadas por videoconferencia.
También destaca el caso de una valiosa profesional china, con 20 años en una consultora global, quien debe llevar adelante su carrera y además cuidar de sus padres, ya ancianos, porque en ese país existe un estigma social según el cual sería inapropiado ingresarlos en un asilo, o contratar personal asistencial.
Estas mujeres son trabajadoras leales y dedicadas, y las multinacionales deberán entender su mundo, si quieren retenerlas.
Breve radiografía
-Se calcula que en los mercados emergentes hay 25 millones de mujeres calificadas con credenciales sobresalientes.
-Más de 80% de las profesionales de Brasil, India y los Emiratos Árabes Unidos aspiran a ocupar un cargo tope.
-Las multinacionales deben superar la concepción de que en los países en desarrollo las mujeres son meras víctimas de una cultura patriarcal, y entender que representan la mitad de los graduados universitarios, y por ende, son parte clave de la solución a la escasez mundial de talento.
-Empresas reconocidas a nivel mundial como Siemens, Ernst Young y Google tienen una variedad de programas para estimular el recurso humano femenino, pues lo visualizan como parte esencial de las estrategias de expansión a largo plazo.
-Una gran ventaja de las economías en desarrollo es que la maternidad se hace más llevadera gracias a que las mujeres suelen contar con una red de apoyo familiar y ayuda doméstica barata; una desventaja es la inseguridad personal que limita la movilidad de, por ejemplo, el personal de ventas.
Carolina Rodríguez T.
Especial para El Universal