viernes, 7 de junio de 2013

Cauchos, aliados de la seguridad


El mantenimiento del vehículo es la garantía de su óptimo funcionamiento. El conductor debe estar atento a la revisión periódica en el taller o concesionario de la marca donde se hace el chequeo de todos los sistemas. Todo es importante; el motor, los frenos, el sistema de iluminación, el nivel del aceite, el estado de las bujías, los cauchos. Con respecto a estos últimos, es importante resaltar su cuidado para evitar accidentes.

Los neumáticos son el soporte de todo medio de transporte; sea un auto particular, un vehículo de carga pesada o de transporte público. Son el punto de unión entre el auto y el pavimento.

Para permitir el desplazamiento por distintas superficies de forma segura y confortable los cauchos deben estar en condiciones óptimas.

El buen rendimiento depende de diversos factores como de las características del vehículo (potencia, pero), forma o estilo de conducción (frenadas, ascensos y descensos pronunciados, curvas), velocidad promedio, presión de los cauchos.

Cuando están por debajo del nivel de inflado requerido hay riesgo de cortes en el flanco, mayor calentamiento y resistencia a la rodadura además de mayor consumo de combustible. En el caso contrario, puede haber pinchazos con mayor riesgo de sufrir un accidente.

Ciertamente, el usuario debe conocer la fecha de caducidad del caucho que viene inscrita en la banda del mismo con los datos pertinentes. En todo caso, hay elementos visibles que alertan sobre el deterioro de la pieza y sobre la necesidad de rotarlos o sustituirlos por unos nuevos. Cuando se aprecia deterioro en la parte interna y externa, cortes,  bultos o protuberancias es preferible buscar la opinión del mecánico sobre un cambio. A pesar de representar un alto desembolso monetario en la actualidad, es mejor adquirir neumáticos nuevos y prevenir un accidente en lugar de pasar un mal momento o sufrir un accidente en la carretera.

Los cauchos deben ser almacenados en espacios protegidos de la luz, donde no estén expuestos a la  humedad o donde haya presencia de agua, colocándolos en vertical preferiblemente.

Aunque el caucho con desgaste permite un uso por un poco más de tiempo, lo ideal es cambiarlo luego de un promedio de cinco años (esto es variable).

Claro está, la durabilidad va a depender en gran medida del uso que se le de al vehículo, las condiciones de la carretera por donde circule a diario, ya que puede tratarse de una superficie con demasiados huecos, fallas de borde, obstáculos, daños en el asfalto. También inciden en la vida útil del caucho las maniobras a destiempo o exageradas de conductores impetuosos.

De cualquier manera, la seguridad, llegar bien al destino es el resultado de un mantenimiento preventivo de todos los sistemas del vehículo, una conducción responsable y el conocimiento (y cumplimiento) de las normas y leyes de tránsito.

Marilin Pino
mpino@eluniversal.com

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