lunes, 2 de marzo de 2015

Innsbruck, donde disfrutar del esquí y del mundo de Swaroski

Sus nueve estaciones y 300 kilómetros de pistas de esquí la convierten en uno de los mayores destinos para el deporte de invierno.

La capital de los Alpes se convierte, durante la temporada blanca, que aquí se prolonga hasta finales de abril o principios de mayo, en un centro deportivo al aire libre que comparten los esquiadores profesionales y las familias en un entorno que combina los atractivos de una ciudad con la oferta de nieve.

El Olympia SkiWorld Innsbruck ofrece un forfait único que da acceso a las nueves estaciones de esquí que rodean la ciudad y que incluyen tanto pistas alpinas como para snowboard. Entre ellas están los resorts de Patscherkofel, Axamer o Lizum. 

Se ofrece un servicio de autobús gratuito desde el pueblo hasta las principales entradas de los remontes más relevantes. Suman 300 kilómetros de pistas a las que se accede por 90 remontes. Entre los parajes más espectaculares están el pueblo de Kuhtai, el más alto de Austria, o el Glaciar de Stubai donde es posible esquiar a 3.000 metros de altura.

El Skylinepark ofrece pistas para snowboarders y esquiadores con mucha experiencia, al mismo tiempo que tumbonas con vistas al valle y la ciudad para quienes deseen disfrutar de la montaña sin sudar.

Todo tipo de deportes de invierno

Para los más aventureros la ciudad ofrece la posibilidad de experimentar de una bajada en bobsleigh por un canal de hielo, ya que fue en Innsbruck donde tuvo lugar en 1935 el primer viaje olímpico en un "bobsleigh" de carreras de cuatro plazas. Aquellas instalaciones históricas se han cuidado con mimo, y están abiertas a los viajeros de más de 12 años sin necesidad de tener ninguna experiencia. Este descenso, de 900 metros, 10 curvas y un desnivel de 100 metros, se hace con piloto experto.

La oferta se completa con otras disciplinas menos arriesgadas, como el patinaje sobre hielo en lagos o recintos artificiales, pero siempre con vistas a los Alpes, en recintos como el Olympiasworld o en la céntrica plaza de Sparkassenplatz. Casi todos los pueblos de los alrededores disponen de pistas de patinaje al aire libre, como Tums o Igls. En este último también existe un campo de curling, la versión sobre hielo de la petanca.

En la aldea de Mutter (y otras) también se ofrecen pistas y material para descenso en trineos, de día como de noche o paseos por la nieve en carros tirados por caballos. Y lo mejor, es que la mayor parte de los pueblos están conectados por la línea de tranvía 6 o tren STB desde el centro de Innsbruck, lo que ofrece al viajero independiente mucha movilidad. El trayecto en este medio de transporte público es en sí mismo una excursión con vistas impresionante.

Una de las aldeas con más oferta de ocio invernal es Kühtai, la estación de mayor altitud de toda Austria, situada a 2.020 metros de altitud, que también cuenta con una de las ofertas hoteleras más originales. La Iglu Village Kühtai ofrece la posibilidad de dormir, literalmente, sobre el hielo y bajo unos impresionantes cielos estrellados en su campamento de iglúes.

Durante el día, sobra decir que se está a pie de pistas. Por la noche se suelen ofrecer paseos nocturnos en trineos. Los huéspedes cuentan con sala de colección, Schnaps (aguardiente), cena y desayuno caliente y abundante para recuperar calorías.

Historia, artes y Swaroski

Y es que la oferta de la ciudad no se limita a la nieve. Desde que el emperador Maximiliano I hiciera de Innsbruck su lugar de residencia, la ciudad se abrió a los visitantes internacionales. En el casco histórico de Innsbruck, en su mayor parte gótico, se encuentra el Tejado de Oro con sus 2.657 tejas bañadas en oro y la Torre de la Ciudad del año 1440, desde cuyo alto se pueden contemplar los tejados de la ciudad.

La catedral barroca, dedicada a Santiago, y el Palacio Imperial que cuenta con una sucursal de la cafetería vienesa Sacher, son monumentos que no se deben dejar de visitar. El recorrido se puede completar con la Iglesia de la Corte, donde se encuentra también el Museo de cultura popular del Tirol, la región de la que Innsbruck es cabeza. Las compras, como no puede ser de otra manera, es otra de las actividades aprés-ski obligadas, y para eso la calle Maria-Theresien es la vía central.

Aquí se localizan los dos centros comerciales de la ciudad. Uno es el Kufthaus Tyrol, diseñado por el famoso arquitecto británico Chipperfield.

Casi enfrente se ubica el Rathous Gallerien, del arquitecto francés Dominique Perrault, que integra el ayuntamiento con una serie de comercios combinando arquitectura tradicional y moderna.

Pero lo más interesante de este centro comercial es el bar 360 Grados. Por la noche es el lugar de encuentro de la gente guapa local. La tienda más popular sin duda es la de Swarosky, el joyero que tiene en esta ciudad una de sus mayores fábricas. Y, de hecho, 2015 será un año muy importante tanto para la ciudad como para esta firma joyera, ya que se reabrirá "Mundo de Cristal", una de las atracciones más visitadas de Austria. Sin duda, uno de los eventos del año en la ciudad.


Información publicada en: http://www.eluniversal.com/guia-turistica