martes, 31 de agosto de 2010

Jefes problemáticos

Los gerentes que se sienten ineptos suelen ser agresivos con sus subordinados

Cerca de 21% de los empleados renuncian porque sus jefes son incompetentes o de mal carácter, dice un estudio de la Society of Human Resource Management, asociación global dedicada a la gerencia de Recursos Humanos.

Es común que profesionales sin la suficiente preparación obtengan un cargo de alta responsabilidad, y probablemente alta remuneración, solo porque son amigos o familiares del dueño de la empresa, o alguien muy influyente.
Si usted tiene un supervisor que encaja en este perfil, el paso Nº 1 es resignarse, refiere el portal web financialpost.com. El paso Nº 2 es aprovechar.
De nada sirve quejarse con el jefe de su jefe. Si el “inepto” llegó por amiguismo con la nómina ejecutiva, no lo van a sacar porque usted diga. Más bien está arriesgando su pellejo bajo una imagen de “soplón”.

Es posible que en más de una ocasión le toque hacer el trabajo de su superior, porque éste no lo sabe hacer. El lado opaco de esto es la obvia sobrecarga laboral, pero el brillante es que usted se va haciendo cada vez más indispensable. Aunque el título de jefe lo tenga otra persona, en la práctica es usted quien está ejerciendo la función de líder.
Y es cuestión de tiempo que todos se den cuenta de esto: Recursos Humanos, el jefe del jefe, y toda la plana ejecutiva.
A partir del momento cuando la verdad se devele, no se sorprenda de recibir un ascenso.
Financialpost.com califica el fenómeno del jefe incompetente como una oportunidad de crecimiento profesional.

Mal carácter

La agresividad es un rasgo que suele acompañar a aquellas personas que detentan una posición de poder. Pero no a todas, solo a aquellas que tienen una autoimagen de incompetencia, según se desprende de un estudio de la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad del Sur de California.
Este resultado contrasta con análisis previos, que más bien atribuían la actitud ofensiva de los jefes a la pura necesidad de aferrarse al poder. Resulta que el mal carácter hacia los demás se debe a que están acomplejados respecto a sus propias capacidades, de acuerdo con esta investigación reseñada en octubre de 2009. Solo en Estados Unidos un tercio de los trabajadores reporta haber sido víctima de sabotaje, denigración y gritos por parte de su superior.
El estudio de la Universidad de California utilizó como método los juegos de rol. En una de las pruebas, cuando la persona con poder sentía que su ego estaba amenazado, llegaba al extremo de sabotear la posibilidad de que su subordinado ganara más dinero.
En otro juego psicológico, los jefes que se sentían incompetentes llegaban al extremo de recurrir al uso de una molesta corneta para notificarle al súbdito que había dado la respuesta incorrecta. Lo perverso del asunto, es que tenían la opción de un sonido menos molesto, e incluso el silencio.
El solo hecho de ser incompetente no lleva a la agresividad, refiere el estudio de Berkeley, es la combinación de tener una posición de poder y además sentir que no se tiene lo que se requiere. La rabia, al final, es con ellos mismos.

Juegos de poder

–Los jefes son más vulnerables a sentirse psicológicamente amenazados que las personas en posiciones de menos poder, porque saben que de ellos se espera más y temen no dar la talla, según estudio de la Universidad de California.
–La agresividad de los jefes que se autoperciben incompetentes es una respuesta defensiva, para tratar de afianzarse en su posición.
–Por el contrario, las personas con complejos de ineptitud que no detentan cargos influyentes, no suelen desarrollar actitudes agresivas.
–La investigación reveló que los jefes que tuvieron la oportunidad de demostrar un rasgo positivo de sus personas tampoco evidenciaron un comportamiento ofensivo hacia sus subordinados.
–Hay jefes que son incompetentes porque es primera vez que ocupan un cargo gerencial.
–Financialpost.com recomienda que el empleado hable la situación directamente con esa persona, en vez de acudir a instancias superiores, táctica que representa un riesgo porque significa cuestionar la escogencia de la plana ejecutiva.

Carolina Rodríguez T.
Especial para El Universal

calorod4@gmail.com

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