lunes, 16 de agosto de 2010

Poner orden en el clóset

Los espacios amplios permiten mayor flexibilidad a la familia.

Por Marilin Pino A. El Universal

Una de las tareas que puede demandar más tiempo en la habitación es poner orden en el guardarropas. Al llegar el fin de semana, es preciso buscar tiempo para sacar las prendas de vestir que se deben lavar, las que se tienen que planchar. También hay piezas que requieren ventilarse o colocarlas al sol, como los edredones, accesorios tejidos, cojines, alfombras o tapetes.

Cada uno en su lugar
En la habitación se establece un orden de acuerdo con el gusto personal y tomando en cuenta el espacio disponible en el clóset. Éste puede ser tradicional, empotrado o tratarse de un aeroclóset, que ofrece mayor libertad de movimiento. Así, se pueden dejar las gavetas pequeñas para la ropa interior y las prendas pequeñas.
Hacia arriba, donde se pueden colocar colgadores, ubicar los pantalones, camisas, blusas, ponchos y similares para que no se llenen de arrugas. Por otro lado, es mucho más fácil visualizar las prendas y decidir rápidamente la combinación de cada día, sin pérdida de tiempo.
La parte alta de los clósets también se aprovecha para guardar objetos personales de uso no frecuente, como maletas, bolsos, carteras; tablas de surf para los deportistas y también cajas con recuerdos, como los álbumes de fotografías.
El calzado
Las féminas suelen preferir los tramos inferiores para colocarlos. Dado que son la prenda de vestir en contacto con el piso, en espacios exteriores, es preferible mantenerlos donde no se muevan constantemente. Así se evita esparcir bacterias por el lugar constantemente. Si se es riguroso con los colores o estilos, se observa que los de tonos oscuros y de vestir van de un lado mientras que los deportivos pueden estar al otro lado del tramo.
Cuarto de los niños
Es importante que aprendan desde temprana edad la importancia de recoger sus juguetes, libros, objetos personales, una vez que los han utilizado.
En ocasiones, por cansancio, dejan en un rincón los libros del colegio, los juguetes de la tarde, el impermeable. Pues bien; puede dejarlos descansar de la comida y luego animarlos para que pongan orden. Es importante que tengan un espacio identificado para ello. Los juguetes en el cajón inferior del clóset; los libros y cuadernos del día siguiente en el morral.

Las prendas de vestir en un gancho y si tienen ropa para lavar, hay que colocarlas en el cesto correspondiente en su habitación o en el lavandero.

Todas estas acciones les ayudarán a mantener su cuarto ordenado, higiénicos, ventilado. Ello permite crear un ambiente agradable y saludable donde dormir, jugar y concentrarse al estudiar.
Sin duda, estos hábitos, aprendidos durante la niñez, le serán de utilidad por el resto de la vida a los pequeños de la casa.
Lencería
La ropa de cama exige un cuidado permanente, principalmente por la salud de los habitantes de la casa. Cada semana se cambian las sábanas, cubrecamas, fundas e, incluso, las cortinas si es el caso. Las piezas como los edredones, que son más decorativas, pueden ventilarse, colocarse al aire libre por unas horas, al sol -si es posible- para eliminar los dañinos ácaros.
Con respecto a las alfombras, muñecos de tela o de peluche, es preciso indagar acerca de la frecuencia con la que se pueden lavar y cómo hacerlo. Los peluches se pueden enviar a la tintorería para conservar lo mejor posible este material.
En general, el orden de los elementos en una habitación, conjuntamente con una buena ventilación, limpieza frecuente, ayuda a mantener el flujo de aire y crean una atmósfera idónea para el descanso.

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