viernes, 17 de mayo de 2013

Jaguar XF Sportbrake, puro confort


La funcionalidad es el principal atributo de este tipo de berlinas que de ser meros cajones han ido evolucionando hacia formas estéticas con mucha personalidad. Los diseñadores han empezado a utilizar el tercer volumen  como un elemento creativo más con el que exhibir naturalezas de gran atractivo para el comprador reticente a este tipo de soluciones polivalentes.

El Jaguar XF Sportbreak es uno de esos últimos ejemplos en los que el "cajón" trasero adquiere músculo visual y se adorna con la esbeltez de la familia XF. El diseño caracteriza la parte trasera con una marcada forma de hombros limitada por las ópticas traseras y la iluminación de posición por diodos, que dibuja figuras similares a las jotas de Jaguar de la luz día delantera. Los hombros marcan una línea horizontal realzada por la base de la luneta.

El resultado es convincente en la trasera y también en la silueta, totalmente nueva desde el pilar B. La línea del techo, descendente hacia el plano inclinado del portón trasero, determina la geometría de las ventanillas, muy estilizadas en la parte final, para descansar sobre una línea de cintura ascendente de la parte delantera.

Las líneas deportivas del último tercio del auto no restan funcionalidad a esta opción familiar, ya que se ha dado forma a un maletero espacio, con 550 litros de capacidad mínima y opción de crecer hasta los 1.675 litros con los respaldos de los asientos traseros abatidos que, además, incorporan como novedad la función de plegado asimétrico en la proporción 60:40. En la zona de los pasajeros, la línea de techo ampliada en relación al de la berlina, ofrece 4,8 centímetros de espacio adicional para la cabeza.

El exterior comparte la imagen delantera con la berlina renovada en 2012. Caracteriza a la delantera la parrilla y la firma lumínica con los haces de luz día formados con diodos y dando forma cada una a la "J" de Jaguar. El interior mantiene la arquitectura de tablero de la berlina, en el que se utilizan distintos materiales, con dominio de los metálicos, aluminio, combinados con madera para  una percepción deportiva.

En la zona central se ubica una pantalla táctil que permite controlar el sistema de navegación así como otras numerosas funciones del vehículo, y en el túnel central, en posición próxima al tablero, se ubica el botón emergente del cambio automático. El ambiente interior es azulado (azul fósforo según descripción de la marca) con distribución estratégica de diodos.

Tiene acabado metálico que la marca denominada "Aurora" aplicado a la mayoría de los complementos pulidos, que se combina con las inserciones en aluminio y madera. Ofrece varias soluciones motrices, aunque en la unidad probada nos enfrentamos a la básica de motor diesel 2.2, 190 CV y transmisión automática de 8 velocidades facturada por ZF.

Es una buena combinación desde la perspectiva de la eficiencia, ya que esta transmisión de última generación facilita un bajo consumo.

Todos los XF Sportbrake están equipados de serie con suspensión neumática autonivelante en el eje trasero, un elemento nuevo y diferenciador de la berlina, en la que se utilizan muelles helicoidales.

También, están disponibles con el Sistema Adaptive Dynamics de Jaguar que vigila la suspensión y puede modificar, gracias a los amortiguadores activos, los ajustes hasta 500 veces por segundo para garantizar una óptima estabilidad y comportamiento sin pérdida alguna de confort.

El sistema también permite que el conductor, pulsando un botón, modifique las respuestas de la suspensión y el acelerador, mejorando las cualidades dinámicas de bastidor. Ofrece un comportamiento no muy diferente de la berlina, aunque sí se percibe diferencia de respuesta del eje trasero. Es mejor en el caso del Sportbrake por el efecto de la suspensión neumática autonivelante. Mantiene más firme el eje trasero.

Fernando A. Marqués/Efe Reportajes

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