jueves, 23 de febrero de 2012

¿Cómo encuentro mi diferenciación profesional?

Hace años la licenciatura era algo sólo para algunos. Años más tarde era accesible y se convirtió en un commodity.

Las escuelas de negocios vieron la brecha de oportunidad. Formemos de otra manera, distingamos a unos licenciados de otros.

Se crearon los MBA, los LLM, los Master of Management…y hacerlo en una escuela en lugar de otra estableció aún más la diferencia.

Había que saber idiomas, el que hablaba inglés tenía más opciones en el mercado laboral que el que no. Luego no fue suficiente. Aprendieron un segundo idioma: primero fue el francés, luego el alemán, ahora están todos obsesionados por el chino.

Miremos el resultado: a partir de un cierto nivel directivo, es difícil encontrar un profesional que no tenga una licenciatura, un Master (MBA) y que hable inglés (+ un segundo idioma).

Y ahora, ¿qué les diferencia?

Si pensáis que la respuesta que voy a dar es tan fácil como “la marca personal”, estáis equivocados.

Lo que diferencia a los profesionales es la capacidad de hacer algo mejor o distinto que el resto.

La marca personal es el proceso de identificarlo y el resultado de comunicarlo con eficiencia al entorno.

Puedes ser excelente y distinto*. Si tu entorno no lo sabe, pasarás desapercibido.

Puedes ser normal y distinto*. Si tu entorno lo valora serás percibido como extraordinario.

* (todos somos distintos)

La pregunta del millón ¿Cuál obtendrá un mejor empleo o ascenso? ¿el excelente desapercibido o el normal percibido?

Volvamos a lo que nos diferencia.

Tenemos una gran cantidad de directivos indiferenciados con sus MBA, idiomas y años de experiencia en empresas de primer nivel.

¿Cuál debería ser el proceso para analizar sus atributos relevantes?

Hace algún tiempo leí un artículo en el blog de Marketísimo que aportaba una metodología muy interesante para lograr la diferenciación.

Nada menos que la que siguió el Cirque du Soleil para encontrar la clave que le llevaría a ser el espectáculo cirsense más importante del mundo.

“Se trata de un modelo desarrollado por W. Chan Kim y Renée Mauborgne, ambos profesores de INSEAD, que tiene como objetivo desarrollar elementos que permitan diferenciar un producto o servicio de manera tal que la empresa compita en un espacio vacío, lo que ellos llaman un “océano azul” libre de competidores”.

¿Tenemos todos que saber chino? O dicho de otra manera;

¿Cuáles son los valores más apreciados en el mundo hoy?

Fijaos que ya no hablo de la empresa, ni del entorno económico.

Cada uno puede elegir un mercado distinto: la cooperación social, el mundo artístico o la industria farmacéutica serán objetivos distintos según cada persona.

Hay que identificar cuáles son los factores relevantes de esa industria.

Detectar, desarrollar y ofrecer lo que realmente necesitan, no lo que todo el mundo asume que necesitan.

Así sobresaldrán unos profesionales frente a otros. Hay que entender el mercado, analizar y determinar cuáles son las necesidades actuales y futuras de sus clientes -contratadores, empresas, colectivos, individuos-.

Y actuar en consecuencia. Formarse sólo en lo revelante para tu sector, hablar el idioma que realmente es clave para tu actividad y explicarle MUY BIEN a tu público objetivo que tú eres lo que necesita.

Sé normal o extraordinario, pero sé relevante.

Y que los demás lo sepan.

Publicado Por http://www.historiasdecracks.com

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