El fabricante lo ha dejado claro: un tercio para cada uno de los ciclos del Auris, diesel, gasolina e híbrido. Junto al reto ambiental y el factor de conquista de la hibridación, en confabulación ordenada, la polivalencia de una carrocería familiar como esta Touring Sports. Toyota no se ha andado por las ramas y en el nuevo Auris presenta un familiar con todas las de la ley. En esa convicción alarga el modelo -conviene no olvidar que es un compacto- hasta 29 cm, en relación con la berlina de cinco puertas. Primera consecuencia: un maletero de 530 L, único en este segmento. El otro protagonista de la nueva historia Auris es el motor y el sistema Hybrid Synergy Drive (HSA) por el que se rige. No es una rabiosa novedad, pues en la anterior generación, hace tres años, la marca nipona incluyó este sistema de movilidad en la generación anterior del modelo.
Ahora vuelve, y lo hace con los galones del propósito de su definitivo despegue ante las preferencias del mercado. Al igual que en la berlina, el sistema combina el propulsor de gasolina VVTi de 1.8 litros con otro eléctrico, síncrono de imán permanente, corriente alterna y una potencia de 82 CV.
El sistema motriz permite una conducción en sistema eléctrico de amplio recorrido con una buena y suave pisada del acelerador. Fórmula ideal, por tanto, para acometer una conducción urbana lenta con un sensible ahorro de carburante, junto a nulas emisiones de CO2. El esquema de funcionamiento se sigue con bastante fidelidad en el programa preceptivo que aparece en la pantalla del centro del salpicadero, que informa puntualmente del uso de cada sistema motriz (convencional, eléctrico o ambos a la vez) que se utiliza en función del régimen de guiado. Junto a esa información se puede optar por otra de consumo en distintos ciclos, muy oportuna para ajustar este parámetro a los gustos del conductor.
El Auris ST Híbrido carece de cuentavueltas junto al cuentakilómetros, pero establece una información, también muy útil, sobre los diferentes regímenes de giro, esquematizados en el uso eléctrico, el económico y el "power" o de las prestaciones a tope que este Auris es capaz de ofrecer.
Aparece también una regulación del régimen de funcionamiento de la motorización con tres programas y sus respectivos dispositivos en la parte inferior de la consola: el EV o eléctrico para una conducción pura en este modo hasta el agotamiento de la batería; el ECO, para un guiado más reposado y prioritario en la optimización del consumo.
El EV tiene su ciclo corto, que puede extenderse un poquito más si se regula con mucho tacto el acelerador; el ECO puede ser aconsejable hasta en carretera, si se sale a la misma con la vocación de ir tranquilo; es moderado en las reacciones, lo que no quiere decir pesado, y en las recuperaciones se asocia a ese punto de tranquilidad al que conmina.
Las aceleraciones y recuperaciones se sitúan en otro orden muy diferente al del programa ECO y hasta hace alguna que otra concesión a la diversión que imprime una conducción deportiva. Lógicamente, la historia del consumo es otra y el refinamiento padece con una propensión a la subida de decibelios que puede llegar a molestar.
El Toyota Auris Touring Sports adopta la forma de un familiar de diseño muy moderno, repartido en su longitud a 50 % entre el perfil delantero, totalmente gemelo de la berlina. Una concesión muy útil es el bajo perfil de carga y la amplia anchura de la boca del maletero, dimensionados en ambos casos para hacer de la carga una tarea fácil y limitada al máximo en esfuerzos. La dimensión familiar del Auris TS tiene otros capítulos dignos de mención como el sistema Easy Flat, que abate los asientos traseros de la forma más sencilla: con un solo toque, aparte del suelo del maletero con doble fondo y el cubreequipajes de doble recorrido, recursos que resultan enormemente prácticos en las labores de uso.
Ángel Alonso
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