lunes, 23 de agosto de 2010

Síndrome posvacacional

Puede generar angustia, estrés y hasta dolores musculares

Llega el día de las ansiadas vacaciones y muchos quieren irse antes de la hora, o salir corriendo luego del almuerzo para comenzar a disfrutar la libertad que representa no tener que madrugar y marcar tarjeta.

De acuerdo con algunos estudios sobre la dificultad de reincorporarse al trabajo estiman que el síndrome tiene una duración de dos semanas. Es el tiempo aproximado que tarda un trabajador en retomar su agenda, la rutina de cada día y sus relaciones con el resto del equipo.
Especialistas del área de Psicología de Antiaging Group Barcelona en la Clínica Tres Torres, señalan que el síndrome posvacacional puede provocar apatía, tristeza, decaimiento, astenia, irritabilidad, ansiedad. Las personas también pueden padecer insomnio, dolores musculares, tensión, problemas digestivos o sensación de ahogo. Todo esto es producto de volver a un entorno donde quizás ya tengan inconvenientes con algunos compañeros, se sientan menospreciados o simplemente no están a gusto, entre otros detonantes.
En estos casos, el trabajador no siente satisfacción por tener que volver a la oficina. Por el contrario, está irritable y manifiesta un sentimiento negativo. Emma Ribas, especialista del citado centro barcelonés, indica que si los síntomas persisten “es recomendable recurrir a un especialista para analizar qué es lo que ocurre”.

Alternativa

Ante el efecto negativo del síndrome posvacacional, algunos analistas recomiendan reincorporarse de forma gradual a las obligaciones de la oficina. No quiere decir que acuda unas cuantas horas al trabajo o medio día. De lo que se trata es de no asumir todas las obligaciones de la rutina diaria desde el primer día. Ya que deberá ponerse al día con algunos asuntos, asúmalo como la prioridad y vaya tomando nota de los aspectos de deberá resolver primero. Quizás esto le tome todo el primer día de trabajo luego de su descanso. Sin embargo, debe reservar un tiempo para consultar su correo interno, borrar los “spam” o correos basura, responder las comunicaciones urgentes y similares.
El segundo día puede dedicarlo a ordenar y archivar documentos depositados en su escritorio durante su ausencia. Allí encontrará asuntos de prioridad y otros que pueden esperar. Así, cada día de la primera semana a su regreso tendrá una o dos tareas por cumplir pero no todas a la vez. Ello le servirá para no ser presa del estrés y resolver cada asunto de forma eficaz.

Mecanismo de adaptación

-No hay que perder la calma y querer abarcarlo todo el primer día en la oficina tras unas merecidas vacaciones. Deténgase un momento y analice todo lo que tiene pendiente, respire profundo, sonría y comience de mayor a menor, en el orden de importancia.
-Haga un esfuerzo por mantener una actitud positiva. Esto le ayudará a enfrentar las responsabilidades nuevamente.
-Desesperarse por el rendimiento solo puede generarle ansiedad y nerviosismo. No pretenda tener la misma eficiencia de un período normal el primer día después de las vacaciones. Sea consciente de su ritmo y asuma una tarea a la vez.

Marilin Pino A.
mpino@eluniversal.com

Diario El Universal

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