Anotar los pendientes será imperativo, las mujeres encintas son más olvidadizas. Estar embarazada presenta ciertos retos para la mujer profesional. Desde la imposibilidad de encajar cómodamente en la silla, hasta las molestas náuseas. Darle el breaking news al jefe sea quizás el primer desafío. Se recomienda hacerlo alrededor del tercer mes. Esto le da suficiente tiempo al jefe para organizarse, y a la mujer para pensar en un plan de trabajo que pudiera aplicarse en su ausencia. El equipo estará agradecido por este detalle. Gritar nuestro estado de gravidez a los siete vientos puede herir los sentimientos de alguna compañera que, por ejemplo, haya tenido un aborto recientemente, por lo que se sugiere discreción al “romper el celofán”. También puede desencadenar comentarios como: “Nos va a caer todo el trabajo a nosotros”. Es importante hablar con el resto del equipo. Tranquilizarlo. Si se trata de un embarazo normal, estar al día no será un problema, más allá de las citas de control, que se pueden programar para fechas “flojas” en la oficina. Arcadas y fatiga
Las náuseas quizás sean la mayor molestia, porque son repentinas, incontrolables y generan vergüenza si son en público. Para evitar esta molesta situación la página web de la Mayo Clinic recomienda hacer varias meriendas –es bueno tener galletas en la gaveta del escritorio todo el tiempo– y consumir líquido en abundancia. Asimismo, no apurarse en las mañanas, ya que la angustia puede desencadenar malestar y alejarse de olores desagradables como el de comida recalentada en el microondas de la oficina. La fatiga a veces es síntoma de un déficit de hierro, por lo que una dieta rica en este mineral y en proteínas ayuda bastante. Tomar descansos cortos y frecuentes durante la jornada tiene un efecto vigorizante. Crearse el ritual de cerrar los ojos cada dos horas por un rato; o caminar por los pasillos evitará la sensación agotamiento. Delegar algunas actividades, como la limpieza de la casa, acostarse temprano y seguir una rutina de ejercicios también contribuyen a mantener un nivel energético adecuado, según el portal de Internet de la clínica.
Trabajar frente a una computadora no representa ningún daño para el embrión en desarrollo, pero las embarazadas son más propensas al síndrome del túnel carpiano, por eso es importante que la disposición de silla, mesa, ratón y teclado sea óptima. Una silla firme con apoyabrazos ajustables es un requisito. El soporte en la parte baja de la espalda se puede lograr con un cojín. Tener las piernas alzadas también ayuda: una caja debajo de la mesa atenúa la retención de líquido en las piernas. Si la embarazada debe estar largas horas parada, esperando por ejemplo, el autobús, es recomendable que se mueva y apoye alternativamente los pies sobre la acera o alguna superficie más alta. También debe evitar levantar peso. Según estudios, cuando están encinta, las mujeres se vuelven algo olvidadizas, reseña HealthDay News. Por ello no está de más anotar todos los pendientes laborales y personales en una hoja, en orden de prioridad.
Empresas ideales para mamá
-Al chequear las webs empresariales rápidamente puede observarse la forma en que la empresa prioriza a la familia y la maternidad dentro de su complejo de valores. Las compañías más amigables para las madres suelen ofrecer horarios flexibles y la posibilidad de trabajar desde casa, cargos compartidos (dos personas que desempeñan la misma función), semanas comprimidas (más días libres por trabajar horas extra) y servicios de cuidado infantil.
-La empresa de consultoría Accenture tiene un grupo de interés femenino con 27 capítulos y 5.000 miembros. -La firma Price Waterhouse Coopers, con sede en Venezuela, ofrece un programa orientado a minimizar el impacto de la transición de las madres primerizas que retornan al trabajo a desempeñar sus labores.
-El gigante de la hotelería, Marriott International, también con representación en el país, incluye entre sus beneficios exámenes de fertilidad.
-El laboratorio Abbott, con presencia nacional, tiene un programa de educación para la lactancia materna y consejería en casos de infertilidad.
Carolina Rodríguez T.
Especial para El Universal
