La seguridad vial depende no solo del buen desempeño de las autoridades de tránsito. Están involucrados diversos actores: conductores, peatones, diversos ministerios (Transporte, Salud, Educación, Infraestructura), además de universidades y centros de investigación (bien sean locales o internacionales). Y es que se requiere la debida señalización e iluminación en las calles y carreteras; el mantenimiento y mejora da las estructuras como puentes, pasarelas, viaductos; pavimentación con materiales de calidad y duraderos; programas informativos y campañas divulgativas sobre la educación vial desde la escuela básica con el debido refuerzo en espacios públicos quizás a través de ferias, seminarios, charlas, encuentros con organizaciones de otros países.
Todos estos factores se unen a la pericia demostrada por cada conductor al tomar el volante para garantizar un desplazamiento seguro y confortable.
Sin duda, conducir de forma responsable permite salvaguardar la propia vida y la de sus acompañantes pero también la de quienes se desplazan -a pie o en auto- a su alrededor. A través de la educación vial tanto en el hogar, el colegio y las autoescuelas se incentiva y perfecciona el sentido común, la responsabilidad al volante.
La concentración al volante, el conocimiento de las normas de tránsito y también de las características del vehículo que se maneja (4x4, sedán, pick up, camión), estar bien descansado antes de tomar carretera, indagar acerca de las condiciones climáticas y del estado de las vías, son aspectos de vital importancia para todo conductor.
Es imposible no mencionar la necesidad de mejorar la conducta de peatones y pasajeros, quienes de forma directa o indirecta desempeñan un papel importante en la seguridad vial. Por ejemplo, -con respecto al pasajero- el uso del cinturón de seguridad es obligatorio para conductor y acompañante. Contravenir la regla puede significar la muerte en caso de choque. Asimismo, quien acompaña debe evitar distraer al chofer con ruidos o movimientos bruscos. En cuanto al peatón, es importante utilizar la zona demarcada para el cruce de calles y avenidas una vez que el semáforo indique que puede hacerlo; además, utilizar las pasarelas habilitadas para atravesar zonas de alta circulación vehicular; usar las aceras para su desplazamiento diario, no correr al ver que va a cambiar la luz del semáforo aumentando así las probabilidades de caer y ser arrollado. Cuando esta información y patrones de conducta se transmiten a los escolares se logran excelentes conductores en la edad adulta.
Novedades
La Organización de Estados Americanos cuenta con el Manual de Señalización Vial con disposiciones respecto al tipo de señales en cada país, el color de los reglamentos, la tinta o pintura que se utilizan en las señalizaciones.
Por otro lado, a nivel mundial se realizan cada año seminarios, congresos, en materia vial y seguridad al conducir. Este año, en Argentina, se acaba de celebrar el 3° Encuentro Iberoamericano y del Caribe sobre Seguridad Vial.
En 2002 se realizó en Venezuela el I Congreso Nacional de Educación y Seguridad Vial. Como resultado se emitió la Declaración de Caracas, luego de analizar la situación del tránsito terrestre, la inseguridad vial y el alto índice de accidentes de esta naturaleza que ocurren en el país. Se acordó en ese momento solicitar el trabajo conjunto de los entes involucrados para el establecimiento de un Plan Nacional de Educación y Seguridad Vial; cursos informativos en las escuelas, programas preventivos, entre otros.
Marilin Pino
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