Después de culminadas las pruebas con gasolina del Peugeot 508, no parece disparatado constatar que en lo que va de año este tipo de carburante le haya ganado al diesel casi seis puntos porcentuales de cuota de mercado. En el nuevo 508 hay algo más que un salto en la tradicional numeración de los modelos del fabricante francés. El 508, en ambas versiones de carrocería, se desliga visiblemente del antecesor 407 y se acerca, estableciendo equidistancias, a la berlina de rango superior 607.
No está solo la diferenciación en una ganancia apreciable de cotas que se traduce en 10 cm más de longitud y en 9 de distancia entre ejes. Ello con el loable mérito de haber reducido el peso en 35 kilos en esta versión berlina. En el diseño se han buscado trazos algo más conservadores, pero que han hecho ganar al coche una elegancia dotada de evidente clase.
La berlina parte de una delantera, similar en todo al modelo familiar: deja ver la parrilla flotante, un tanto despegada de la carrocería y se repite el dibujo felino de los faros tan identificativos de la marca en otros modelos de su gama. El lateral atrae por un voladizo delantero acortado y el trasero alargado, en una fórmula acertada de equilibrio en el diseño. También ofrece ventajas prácticas, pues se ha dotado de mayor capacidad al maletero (515 litros), aunque la opción de una rueda de repuesto normal inutiliza el espacio extra debajo de la bandeja.
Otro valor agregado es que la ocupación de los puestos traseros ha ganado espacio entre las filas y en altura. El maletero sugiere espacio sin desdeñar elegancia, además de un recurso estético, bien traído, como unos pilotos en forma de tres garras rojas salientes, en las que se insertan tres filas de seis luces led que contribuyen a ese juego de figuras geométricas en la circulación nocturna.
Comodidad
En el interior de la berlina se reiteran los condicionantes de fácil accesibilidad, espacio bien cuidado con lujo equilibrado, excelentes acabados y mejor elección de componentes. Los asientos delanteros son cómodos y con buen grado de recogimiento. Los traseros tienen la medida adecuada para tres pasajeros. En definitiva, una sugerencia de viaje tranquilo y confortable.
Saltan a la vista, sin embargo, algunos dispositivos y elementos de control. Escapa a la compresión la ubicación del botón de arranque en el lado izquierdo, a diferencia de lo que es costumbre en estos sistemas. Otros dispositivos como el de apertura del depósito de combustible está lo suficientemente escondido como para que lleve algo de tiempo su búsqueda.
Solventado el elemento formal distintivo de las arquitecturas de berlina y familiar se enciende la contraposición de la prueba de motores, que fue diesel en el SW y ahora es gasolina en la berlina.
Más allá de los aspectos novedosos, y una mecánica ya extendida entre varios modelos del grupo PSA Peugeot Citroen, este 1.6 THP de 156 CV que ocupa el examen global al 508 recupera muchos tantos para el deprimido ciclo gasolina.
Ángel Alonso/Efe Reportajes