lunes, 26 de septiembre de 2011

Claves del trabajo en equipo

Se requiere la colaboración de cada miembro para alcanzar el éxito

Para cumplir satisfactoriamente con una tarea asignada o un proyecto corporativo, cada una de las personas involucradas debe poner su máximo esfuerzo y combinarlo con el de los otros integrantes del equipo de trabajo.
Es preciso que adopten la verdadera filosofía del trabajo en equipo para alcanzar el éxito en dicha tarea. Es trabajar unidos con un solo fin en mente y estar dispuestos a actuar sin egoísmo. Es eliminar barreras y dejar de lado las diferencias personales por el bien del equipo. Tomemos como ejemplo el fútbol, donde el espíritu de equipo impulsa a todos los jugadores a dar lo mejor. Cuando vemos un partido es impresionante que, si bien saben exactamente qué deben hacer individualmente dentro del equipo, se apoyan entre sí y juegan únicamente con la idea de triunfar.

Dinámica de grupo
Al trabajar juntos se van conociendo las habilidades de los miembros. Los que tienen debilidades en ciertas áreas pueden aprender a superarlas observando otros. Los que destacan por sus fortalezas tienen la oportunidad de tomar las riendas dentro del equipo mientras continúan con el proyecto.
Esta dinámica de grupo representa una gran oportunidad para que aprendan unos de otros.
Gracias a ella, se comienza a comprender la importancia que tiene cada miembro dentro del equipo.
Como resultado, empiezan a trabajar con más ahínco y a generar resultados tangibles.

Saber enfrentar los retos
En la medida en que progresan, se va elevando la moral del equipo y ésta se convierte en la base sobre la que construirán el éxito del proyecto, además de que les permitirá hacer frente a los desafíos que vayan surgiendo.
Al principio, quizá trabajen compitiendo entre sí, pero mientras van colaborando unos con otros esto cambia.
Comienzan a ver con más claridad todo lo que pueden lograr cuando centran sus talentos y destrezas en una misma meta.
Poco a poco empiezan a entender que los retos que se les presentan son sólo una parte del proceso.
Deben considerarlos oportunidades que hay que enfrentar con optimismo, y a medida que vayan superándolos se van fortaleciendo como grupo. Este es el enfoque mental positivo que les permitirá tener éxito.
Reconocimiento y crítica
Son una herramienta útil que hay que saber usar para que no generen un impacto negativo en el desempeño del equipo de trabajo.
A medida que se vayan cumpliendo uno a uno los objetivos, es necesario reconocer el logro de cada uno de los integrantes. Sin embargo, no hay que adularlos demasiado para que no bajen su rendimiento.
Por otra parte, cada vez que sea necesario hacer una crítica, hay que presentar también una solución. Si se debe criticar a un miembro en particular o a todo el equipo por alguna razón, es preciso ofrecer sugerencias sobre cómo evitar repetir el mismo error en un futuro. De lo contrario, podría peligrar la integridad del equipo en su totalidad.

Servio Viloria
Especial para El Universal

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