QUÉDATE: si quieres el puesto de tu jefe. Echarle el ojo a esa posición demuestra que eres entusiasta y ambicioso. Es frustrante cuando la plaza se demora en estar disponible, pero desearla significa que te gustan los cambios y tienes ambiciones.
CAMBIA: si te atemoriza una promoción. ¿Te asusta pensar en la posibilidad de hacer el trabajo de tu jefe?. Quizás sea hora de cambiar. Hay quienes se contentan con quedarse en el mismo puesto sin ascender. Si no deseas un ascenso, pero aún te sientes insatisfecho, busca en otros departamentos y si alguno no te llama la atención; entonces ha llegado el momento de cambiar.
QUÉDATE: si te lanzas al ataque de tu lista de cosas por hacer. Si eres entusiasta en el trabajo, te sentirás motivado a hacerlo bien, eso prueba que te interesa. Es cuando te sientas y no sabes por dónde empezar que debes cuestionar tu motivación.
CAMBIA: si siempre hablas del trabajo. Si interrumpes la jugosa conversación de tu amigo para quejarte de tu empleo, debes cambiar. Hablar del trabajo de modo negativo indica que buscas consejo. Poder ejecutarlo a un lado revela que hay equilibrio entre tu vida laboral y personal.
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