lunes, 3 de octubre de 2011

Maximizar el espacio de la biblioteca

A lo largo de nuestra vida vamos acumulando libros, muchos de los cuales ni siquiera llegamos a leer. Nos llenamos de textos universitarios, enciclopedias, diccionarios, libros de fotografía, colección de obras literarias, ensayos, además de los libros que nos regalan en ocasiones especiales.

Seguimos comprando libros que apenas hojeamos y que colocamos en la mesita de noche con la esperanza de leerlos poco a poco. Quizás por falta de tiempo o porque no resultan ser tan interesantes como pensamos, los dejamos de un lado y van a parar directamente a la biblioteca.

Y es solo cuando vemos la biblioteca tan abarrotada, que ya no le cabe un libro más, que decidimos hacer algo por organizarla. Aunque no nos agrade mucho la idea, nos vemos obligados a hacerlo solo por nuestra tranquilidad.

Comenzar de cero
No es una tarea fácil y le tomará un tiempo. Hacerlo con los libros en las repisas no es lo más recomendable.

Al creer que ha terminado con una categoría y luego de haber comenzado con otra, puede encontrar más libros de la primera y tener que arreglarlos de nuevo. Es trabajar por partida doble.

Lo mejor es bajar todos los libros de la biblioteca, ya que es más fácil ordenarlos teniendo el espacio vacío. A medida que los vaya colocando en el piso o donde tenga espacio para ello verá más fácilmente cuáles pertenecen a cada categoría.

Hay que decidir inmediatamente con qué libros quiere quedarse y con cuáles no. En el segundo grupo pueden entrar los que nunca ha leído y sabe que nunca lo hará, aquellos que ni siquiera recordaba que tenía y algunos de los que no haya hojeado en años.

También están los textos escolares de sus hijos que ya no tiene ningún sentido conservar en casa y aquellos que están tan deteriorados que no vale la pena volver a guardar.

Duda razonable
Se trata de si conservarlos o no. Si desea quedarse con algunos de los libros que ya leyó, piénselo dos veces antes de colocarlos nuevamente en la biblioteca. ¿Realmente los va a leer otra vez? Mantener libros a la mano "por si acaso" le provoca releerlos o por el valor sentimental que puedan tener solo le garantiza que seguirán ocupando un espacio innecesariamente, abarrotando la biblioteca.

Ponga los libros en un lugar donde estén a la vista, preferiblemente en la mesita de noche. Pero no olvide que si no ha leído un libro en un año, tenga por seguro que después no lo hará. Escenario virtual

Las enciclopedias, diccionarios y otras obras de consulta son libros de referencia a los que recurrimos regularmente para buscar información confiable. Por lo general, son los libros que ocupan más espacio en la biblioteca.

Con la facilidad que brinda Internet se puede encontrar casi toda la información que desee en línea. La recientemente creada Biblioteca Digital Mundial de la Unesco (www.wdl.org), permite orientar al público en la búsqueda de mapas, textos, fotos, grabaciones y películas por época, zona geográfica, tipo de documento e institución en siete idiomas, incluido el español, entre otros parámetros.

Ciudad Seva (www.ciudadseva.com/enlaces/bibelec.htm) es un sitio en el que encontrará muchos enlaces que lo llevarán a diversas bibliotecas electrónicas.

Retomando los libros convencionales, en papel, una vez que haya decidido con qué libros se va a quedar, coloque los descartados en cajas o bolsas de plástico grandes.

Comparta ese amplio arsenal de conocimientos al que le ha sacado provecho al donarlos a una librería, una institución benéfica, regalándolos a un amigo o pariente que los necesite y tenga el interés de leerlos.

A organizar
Es el momento de comenzar a ordenar los libros por categoría. Cualquier método es válido, y solo depende de los gustos de cada quien.

Lo importante es organizarlos de la manera más fácil; esa que le permita reducir al mínimo el tiempo de búsqueda de un libro en particular.

Muchos lo hacen siguiendo el método alfabético por título. No obstante, puede clasificarlos por autor, color o tamaño.

Igualmente, tiene la opción de agrupar los libros que ha leído, de un lado de la biblioteca y en el otro los que no ha leído. Así, cuando quiera disfrutar una buena lectura, sabrá que los que no ha leído están todos juntos.
Por otro lado, una de las maneras más fáciles en el proceso de organización es ordenarlos por materia o género: literatura, historia, fotografía, cocina, deportes, ficción, las enciclopedias y diccionarios.

Así resulta más práctico cuando desee buscar información para un trabajo o cuando simplemente desee disfrutar una lectura relajante.

Para ganar aún más espacio en la biblioteca, tiene la opción de colocar algunos libros en posición horizontal, unos encima de otros.

De esta manera ganará espacio para más libros y se deteriorarán menos. Asegúrese de que todos tengan el lomo hacia fuera.

Servio Viloria
Especial para El Universal
servioviloria@hotmail.com

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