Según dice, las personas que lo padecen tienen un "elevado grado de superación y perfeccionismo, les da pereza irse de vacaciones y las organiza en el último momento". "También les da miedo ausentarse de su puesto de trabajo por si no son tan imprescindibles como ellos creen y no confían en que sus compañeros hagan un buen trabajo, ya que durante el año no han delegado ninguna responsabilidad en los mismos", ha señalado.
Estas personas, al estar de vacaciones buscan actividades estresantes,tanto en intensidad como por la duración, creyendo que así podrán disminuir la ansiedad acumulada durante todo el año. Además, en las reuniones con amigos y familiares, su única conversación suele versar sobre trabajo. El experto advierte de que en los últimos años se han producido cambios en el proceder de las personas con este síndrome, porque si antes estaban todo el día hablando por el teléfono móvil, la llegada de los smartphones les hace estar "recibiendo y contestando correos electrónicos en todo momento, incapacitándoles para seguir una conversación normal". Lo mismo les da estar disfrutando de un maravilloso paisaje o de una puesta de sol, que su atención se centra en el e-mail.
En este sentido, el profesor Miralles advierte del uso del sistema de mensajería por internet "WhatsApp", "que incrementa los niveles de ansiedad en personas que no saben utilizarlo debidamente". A su juicio, es necesario que los empresarios organicen acciones "para que el trabajador que está de vacaciones no siga trabajando a distancia y descanse para tomar fuerzas y ser productivo el próximo año". Además, la empresa debería "intentar en lo posible que todos los trabajadores tomen las vacaciones el mismo período" o al menos, que libren a la vez quienes pertenezcan al mismo grupo de trabajo.
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