Ya has investigado sobre el puesto y la empresa en donde quieres trabajar, has diseñado un excelente currículum vitae, has creado una red de contactos y has hecho una entrevista personal digna de ser grabada y mostrada en cursos de aprendizaje.
No creas que todo ha terminado. Lo que viene a continuación es la negociación salarial y es una parte crucial de la entrevista laboral para conseguir empleo. Esta parte es la que los postulantes ponen menos énfasis y terminan teniendo salarios bajos o menos de lo que esperaban.
6 TÉCNICAS SOBRE NEGOCIAR EL SALARIO:
No creas que todo ha terminado. Lo que viene a continuación es la negociación salarial y es una parte crucial de la entrevista laboral para conseguir empleo. Esta parte es la que los postulantes ponen menos énfasis y terminan teniendo salarios bajos o menos de lo que esperaban.
6 TÉCNICAS SOBRE NEGOCIAR EL SALARIO:
1. Un salario inicial es sólo para principiantes
Muchos de los mitos y “teorías” de la negociación salarial han sido creadas por los mismos empleadores, con la esperanza de que los candidatos acepten ofertas muy bajas utilizando técnicas retóricas al hablar y negociar. Uno de estos mitos es la idea de que un salario inicial no es más que una inconveniencia temporal.
Si bien todas las remuneraciones son revisadas cada año, la mayor parte de los aumentos, los incentivos se basan utilizando un porcentaje de tu paga actual. Por lo tanto, si comienzas con un salario bajo, cada aumento subsecuente y cada bonificación que consigas va a ser proporcionalmente bajo. Es por esto que es importante negociar un buen salario desde el primer momento.
2. Los empleadores ven con malos ojos la negociación salarial
No permitas que mitos de la negociación salarial como éste te impidan pedir una remuneración que se corresponda con tus aptitudes. Con frecuencia, los aspirantes dudan en contraofertar por temor a que el empleador decida pasar al siguiente candidato.
De hecho, los entrevistadores esperan con realizar una negociación con el entrevistado durante el proceso de contratación. Inclusive estos se sentirán más cómodos contratando a un profesional que conoce el valor de su trabajo. Incluso cuando el salario resulte no negociable, nunca puede ser malo preguntar al respecto a menos que esta información quede completamente explicitada durante la entrevista.
3. Pedir menos mejora tus chances
Los candidatos a un puesto a menudo creen que la mejor forma de asegurarse el empleo es pedir el salario más bajo posible. Éste es uno de los mitos de la negociación salarial más difundidos y es una de las razones por la cual muchos trabajadores experimentados se encuentran atascados en posiciones de principiantes.
Es importante, desde luego, no excederte cuando haces la contraoferta, o podrías correr el riesgo de pedir algo poco realista o inalcanzable para el empleador. No obstante, debes tener en mente que vender barato tu valor profesional te hace lucir inseguro/a acerca de tus cualidades y, en consecuencia, menos valioso/a como candidato. Finalmente, estarías socavando tus probabilidades de quedarte con ese preciado puesto.
4. La promesa verbal es igual a un contrato
Muchas veces, los aspirantes a un puesto creen que con un acuerdo verbal, un apretón de manos o una sonrisa al finalizar del entrevistador al terminar la reunión les asegurará el puesto. Esto es particularmente peligroso, dado que el entrevistador pueda tener varias entrevistas más luego de la tuya. Por lo tanto, tu única seguridad es cuando tienes una copia del contrato firmado.
No abandones tu trabajo actual, no reniegues nuevas ofertas, y no te muevas hasta haber firmado sobre la línea de puntos. Si bien los contratos verbales están aceptados en algunas partes del mundo, son prácticamente imposibles de probar sin testigos creíbles —y esto es algo verdaderamente difícil de encontrar en entrevistas realizadas en ámbitos privados—. Es por esto que, en la negociación salarial, es vital conseguir que todas las promesas se hagan por escrito.
5. Todo es negociable
Uno de los mitos de la negociación salarial más esparcidos a través de Interne es: todo es negociable. De hecho, existen tres tipos de ofertas laborales: de nivel de entrada, intermedia, y de nivel ejecutivo. Dependiendo de la posición laboral y la posición en la que te encuentres podrás o no negociar. Esto significa que si estás ingresando al mercado laboral por primera vez obviamente no tendrás mucho que negociar, ahora, si eres un ejecutivo y esta empresa está interesada en que trabajes para ellos y ellos fueron los que dieron el primer paso, ahí si podrás negociar mucho más
Las posiciones de nivel de entrada generalmente tienen una remuneración establecida. Puedes regatear sobre días de vacaciones no pagados, pero todo lo demás va a permanecer igual. Los salarios intermedios son más flexibles, aunque los entrevistadores suelen trabajar dentro de un rango previamente establecido.
Por último, la negociación salarial es una obligación a la hora de entrevistarte para una posición ejecutiva. Efectivamente, esto demuestra que tú valoras tus cualidades, y las empresas suelen estar deseosas de pagar justamente a un líder de confianza.
6. Termina con los mitos si quieres más dinero
Recuerda que las cifras que te pueden llegar a ofrecer no esté establecida únicamente por el empleador. Incluso si tus expectativas salariales son ligeramente más elevadas de las que la empresa está dispuesta a pagar, ten en cuenta que siempre puede haber una excepción si el entrevistador siente que está ante el candidato adecuado para el puesto y la condiciones estén dadas.
Asimismo, los managers de contratación suelen disponer de un amplio rango salarial para jugar. El lugar que decidas ocupar dentro de ese rango depende enteramente de cuán bien sepas venderte.
TIPS:
1. Realiza una investigación previa
Investiga en Internet salarios del puesto al que te postulas y usa esa información como base. Nunca digas al empleador “En tal empresa el salario es este” por que cada empresa tiene situaciones y realidades diferentes. Por lo tanto mantén esta información para ti a la hora de hacer una contra oferta.
2. No te apures en tomar una decisión.
Un nuevo trabajo es un cambio muy grande en nuestras vidas, si estamos contentos con este podrá traernos grandes satisfacciones personales, profesionales, económicas y familiares, pero si no lo estamos podrá traernos mucha frustración. Por lo tanto no tienes que apurarte para decidir si lo tomas o lo dejas. Es aceptable pedirle al entrevistador un par de días para pensarlo. Tómate esos días para reflexionar y discutir con la familia sobre este nuevo cambio.
Recuerda que la negociación es un esfuerzo de interacción que se realiza a fin de generar beneficios. Por lo tanto todas tus contra ofertas deberán estar fundamentadas con un “Por que” y no pedir por el simple hecho de discutir.
No permitas que mitos de la negociación salarial como éste te impidan pedir una remuneración que se corresponda con tus aptitudes. Con frecuencia, los aspirantes dudan en contraofertar por temor a que el empleador decida pasar al siguiente candidato.
De hecho, los entrevistadores esperan con realizar una negociación con el entrevistado durante el proceso de contratación. Inclusive estos se sentirán más cómodos contratando a un profesional que conoce el valor de su trabajo. Incluso cuando el salario resulte no negociable, nunca puede ser malo preguntar al respecto a menos que esta información quede completamente explicitada durante la entrevista.
3. Pedir menos mejora tus chances
Los candidatos a un puesto a menudo creen que la mejor forma de asegurarse el empleo es pedir el salario más bajo posible. Éste es uno de los mitos de la negociación salarial más difundidos y es una de las razones por la cual muchos trabajadores experimentados se encuentran atascados en posiciones de principiantes.
Es importante, desde luego, no excederte cuando haces la contraoferta, o podrías correr el riesgo de pedir algo poco realista o inalcanzable para el empleador. No obstante, debes tener en mente que vender barato tu valor profesional te hace lucir inseguro/a acerca de tus cualidades y, en consecuencia, menos valioso/a como candidato. Finalmente, estarías socavando tus probabilidades de quedarte con ese preciado puesto.
4. La promesa verbal es igual a un contrato
Muchas veces, los aspirantes a un puesto creen que con un acuerdo verbal, un apretón de manos o una sonrisa al finalizar del entrevistador al terminar la reunión les asegurará el puesto. Esto es particularmente peligroso, dado que el entrevistador pueda tener varias entrevistas más luego de la tuya. Por lo tanto, tu única seguridad es cuando tienes una copia del contrato firmado.
No abandones tu trabajo actual, no reniegues nuevas ofertas, y no te muevas hasta haber firmado sobre la línea de puntos. Si bien los contratos verbales están aceptados en algunas partes del mundo, son prácticamente imposibles de probar sin testigos creíbles —y esto es algo verdaderamente difícil de encontrar en entrevistas realizadas en ámbitos privados—. Es por esto que, en la negociación salarial, es vital conseguir que todas las promesas se hagan por escrito.
5. Todo es negociable
Uno de los mitos de la negociación salarial más esparcidos a través de Interne es: todo es negociable. De hecho, existen tres tipos de ofertas laborales: de nivel de entrada, intermedia, y de nivel ejecutivo. Dependiendo de la posición laboral y la posición en la que te encuentres podrás o no negociar. Esto significa que si estás ingresando al mercado laboral por primera vez obviamente no tendrás mucho que negociar, ahora, si eres un ejecutivo y esta empresa está interesada en que trabajes para ellos y ellos fueron los que dieron el primer paso, ahí si podrás negociar mucho más
Las posiciones de nivel de entrada generalmente tienen una remuneración establecida. Puedes regatear sobre días de vacaciones no pagados, pero todo lo demás va a permanecer igual. Los salarios intermedios son más flexibles, aunque los entrevistadores suelen trabajar dentro de un rango previamente establecido.
Por último, la negociación salarial es una obligación a la hora de entrevistarte para una posición ejecutiva. Efectivamente, esto demuestra que tú valoras tus cualidades, y las empresas suelen estar deseosas de pagar justamente a un líder de confianza.
6. Termina con los mitos si quieres más dinero
Recuerda que las cifras que te pueden llegar a ofrecer no esté establecida únicamente por el empleador. Incluso si tus expectativas salariales son ligeramente más elevadas de las que la empresa está dispuesta a pagar, ten en cuenta que siempre puede haber una excepción si el entrevistador siente que está ante el candidato adecuado para el puesto y la condiciones estén dadas.
Asimismo, los managers de contratación suelen disponer de un amplio rango salarial para jugar. El lugar que decidas ocupar dentro de ese rango depende enteramente de cuán bien sepas venderte.
TIPS:
1. Realiza una investigación previa
Investiga en Internet salarios del puesto al que te postulas y usa esa información como base. Nunca digas al empleador “En tal empresa el salario es este” por que cada empresa tiene situaciones y realidades diferentes. Por lo tanto mantén esta información para ti a la hora de hacer una contra oferta.
2. No te apures en tomar una decisión.
Un nuevo trabajo es un cambio muy grande en nuestras vidas, si estamos contentos con este podrá traernos grandes satisfacciones personales, profesionales, económicas y familiares, pero si no lo estamos podrá traernos mucha frustración. Por lo tanto no tienes que apurarte para decidir si lo tomas o lo dejas. Es aceptable pedirle al entrevistador un par de días para pensarlo. Tómate esos días para reflexionar y discutir con la familia sobre este nuevo cambio.
Recuerda que la negociación es un esfuerzo de interacción que se realiza a fin de generar beneficios. Por lo tanto todas tus contra ofertas deberán estar fundamentadas con un “Por que” y no pedir por el simple hecho de discutir.
Información publicada en: http://www.irespuestas.com