domingo, 1 de diciembre de 2013

Confort y elegancia en los espacios



El diseñador Javier Muriel es el alma mater de un concepto de mobiliario que ha cruzado fronteras y ha logrado asentarse en América Latina y Estados Unidos tan bien como lo hizo, ya hace algunos años, en la costa de Málaga (España).

Con puntos de ventas en Los Ángeles y Chicago y tiendas propias en Santo Domingo, Panamá o Miami, donde esta a punto de inaugurarse Baltus House, el proyecto más ambicioso de la firma consiste en crear todo el interiorismo del primer edificio residencial del Lifestyle District de Miami.

Después de diez años, Baltus ha situado sus creaciones en la primera línea del diseño internacional con piezas icónicas, que demandan clientes de todo el mundo con casas amplias en las que el mobiliario despliega sus generosas dimensiones para lucir sin aprietos. Muriel, como director general, explica que se trata de un proceso artesanal en el que predominan los lacados en brillo como enseña de la casa y como marca la tendencia actual.

Contraste de texturas

Sillones, butacas, mesas, sillas, cómodas, estanterías, doseles, camas y complementos como jarrones y espejos forman parte de su colección de hogar. Muebles con el concepto de nacer para ser vividos y disfrutados.

Juegan con un contraste de texturas y acabados en los que no se pierden las líneas rectas y con la misma estética que les guió desde sus inicios.

Las texturas son naturales, donde el acero y el cuero cobran una importancia significativa. Y donde el hierro lacado crea una combinación a la que resulta difícil resistirse.

"Se trata de diseños sencillos, simples, pero de gran calidad", comenta.

En los que el roble, la laca, el acero y el vidrio se combinan y complementan en colores neutros la "esencia" de la casa, opciones que consiguen que el mueble se pueda ubicar en distintos lugares en los que, además, no cansa su visión.

Piezas personalizadas

Un estilo contemporáneo con clara inspiración mediterránea y cierta influencia oriental en sus líneas rectas y depuradas.

Piezas que se personalizan al realizarse de manera artesanal y en el que un mismo diseño puede construirse con diferentes materiales.

Materiales sólidos que se adaptan a cualquier estructura porque tal y como explica Muriel "se hace todo a medida".

Aunque es evidente que los espacios a los que va dirigido el mobiliario son grandes, "todo se puede adaptar", con límites, pues tal y como indica Muriel algunos muebles no se viven y disfrutan igual si se reducen sus dimensiones.

Las estanterías y sillones con malla de acero son un clásico de su muestrario. Ideal también para decorar el exterior de la vivienda. Una manera de vivir con luz, de vivir de cara al exterior.

"La idea es que podamos hacer todo el proyecto de interiorismo de una vivienda no solo amueblarla". Ciento ochenta modelos, pocas piezas que se pueden ir transformando y que se pueden añadir a las que quiera confeccionar el cliente. Diseños exclusivos que no se colocan en el catálogo.

No disponen de stock. Todo se fabrica una vez que se hace un estudio de interiorismo de la vivienda a amueblar.

Los objetos de decoración también están elaborados con materiales nombres como vidrio, acero o hierro perforado manteniendo una estética y impulsando los contrates con ultra pulidos y barnices de algunas de sus maderas y el efecto industrial del acero y hierro.

Piezas icónicas para una decoración a lo grande.

Inmaculada Tapia

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