miércoles, 1 de julio de 2009

Renovar los conocimientos vs. Recesión laboral

¿En sus ocho horas en el trabajo se siente acosado por una vaga sensación de frustración? / Una recesión podría ser el momento ideal para aumentar su lista de destrezas
Por Giles Morris - Guardian News*

La solución obvia sería renovarse consiguiendo un nuevo empleo, pero en tiempos de recesión las compañías prefieren no contratar personal; la oferta laboral se encuentra muy restringida.

Entonces, ¿cuál es la solución, sin llegar a inscribirse en un curso de instructor de buceo ni hacer las maletas y largarse a las islas Caimán? Bueno, pudiera ser sólo cuestión de desarrollar sus habilidades: aprender un idioma, continuar estudios o despertar nuevamente un interés que nunca haya desarrollado a fondo.

Por otra parte, no necesitará ponerse a trabajar medio tiempo para hacerlo. Hay un conveniente período de 60 minutos consagrado en la mayoría de los contratos de la gente, pero la mayor parte de este tiempo se desperdicia haciendo fila para comprar un sándwich o mirar quién se puso su traje dominguero. Pues sí, la humilde hora del almuerzo podría ser la oportunidad perfecta para aprender algo nuevo.

Un nuevo idioma
La corta sesión diaria de estudio que puede hacer en la pausa del almuerzo es ideal para repasar destrezas en un segundo idioma.

Mejorar su inglés o francés no sólo le rendirá beneficios cuando salga de viaje en vacaciones; también se ve muy bien en su currículum vitae. En Internet se consiguen cursos gratuitos para principiantes en un sinnúmero de idiomas (pruebe www.livemocha.com), por lo que no hay necesidad de moverse de la oficina ni gastar dinero.

También hay muchas opciones para quienes no tengan inclinación por los idiomas.

Cursos y seminarios
Si trabaja cerca de una universidad o instituto universitario, verifique si tienen clases a la hora del almuerzo, ya sean charlas especiales o cursos completos.
Lewis Evans, un ingeniero de software de 37 años, estudia Matemáticas en su tiempo libre en Universidad Abierta de Gran Bretaña. “Pensé que cursar matemáticas sería de utilidad general en mi carrera, además de muy divertido”, señala. “Me pareció que podía hacer un curso de un año o más tiempo y ver cómo me iba”.

A Evans le envían los materiales del curso por correo, los cuales completa y manda de regreso por la misma vía.

Además, asiste a tutorías en las noches cada dos semanas. Su horario de estudio varía y se extiende más allá de la hora de almuerzo. “Uno puede estudiar a cualquier hora”, comenta.

“Lo hago a primera hora de la mañana, a veces al mediodía, después del trabajo o el sábado en la mañana”. Como otras personas, Evans está considerando seguir sus estudios y conseguir un título a mediano plazo.

Traducción José Peralta *Fuente: Diario El Universal

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