Cómo sobrevivir la transición cuando la empresa es adquirida por otra.
Las fusiones y adquisiciones se han convertido en un aspecto cada vez más fundamental de la cultura corporativa de hoy.
Las grandes compañías de las principales industrias están comprando, poco a poco, la mayoría de las acciones de las más pequeñas, y puede que la empresa donde usted trabaja sea la próxima víctima.
Significa que su empleo o el ascenso que le prometieron pudieran estar en juego.
La manera cómo enfrente esta transformación crucial puede determinar si sobrevive o sencillamente termina siendo consumido por el proceso de reorganización empresarial.
Entender las razones
Llega el momento cuando la junta directiva, los accionistas o el presidente ejecutivo de una compañía deciden que ha llegado el momento de atacar los problemas graves que aquejan a la empresa.
La crisis podría deberse a diversas razones; como el pobre desempeño financiero, aunque este no siempre es el caso.
Puede que sea el temor de ser una corporación o muy pequeña, o muy grande, o muy diversificada o bien que depende de un solo producto o industria.
Crecer muy lentamente o demasiado rápido, o incluso tener una imagen anticuada puede obligar a la gerencia a tomar medidas drásticas. Ese ejecutivo que agradaba tanto a todos es despedido sin explicación alguna. Esa colega tan prepotente a la que pocos soportaban es ascendida a gerente general. Reorganizan su área y su trayectoria profesional en la compañía es borrada de la noche a la mañana. Si tiene suerte puede que conserve su empleo.
Como empleado, tiene el derecho –no legal, pero sí moral– de saber qué está sucediendo en la corporación. Averigüe cómo se van a implementar los cambios, a objeto de ver si afectarán su puesto de trabajo o departamento. Recuerde que ello supone que deberá tomar algunas decisiones o replantearse otras.
Actualizar los conocimientos
Si ha trabajado para la misma compañía por mucho tiempo es probable que no esté al día con las nuevas tendencias de la industria o su profesión. Averigüe cuáles son y busque la manera de continuar su educación mediante cursos especializados o un postgrado. A menudo, una fusión corporativa implica deshacerse de lo redundante y quedarse con lo que realmente hace falta.
Es el momento de que lleve su currículo a otras empresas, de responder a varios anuncios de prensa que ofrecen trabajo. No deje de asistir a las entrevistas.
Aun cuando se quede en la nueva compañía, tener otras entrevistas puede ayudarlo a tomar una decisión determinante pues le permite explorar nuevas posibilidades.
Si no es despedido…
–En medio de estos cambios corporativos drásticos puede que tenga que trabajar horas extras.
–Además de su propio trabajo tendrá que prestar todo su apoyo al proceso de transición.
–Quizás tenga que asumir la carga laboral de uno o dos de los nuevos puestos que iban a aprobar. Con toda seguridad congelarán los nuevos ingresos a la empresa hasta que se hayan puesto al día con todo el retraso que causó la reorganización.
–Su jefe lo animará verbalmente o le prometerá cosas “para después que haya pasado todo”. Probablemente la intención sea mantenerlo contento para que saque la mayor cantidad de trabajo. Si su futuro está en juego, ¿desea enfermarse por el estrés de toda la transición, sólo para ser despedido seis meses después? No crea esas promesas a ciegas. Si su jefe prometió que lo ascendería o le asignaría funciones diferentes en la empresa nueva, ¿qué pasos está dando para implementar tal medida?
Servio Viloria
Especial para El Universal
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