lunes, 19 de julio de 2010

Ser víctima de un jefe tóxico


Su manera de actuar perjudica el entorno y el trabajo de sus subalternos


"Un buen jefe tiene que ser creíble y honesto, practicar lo que predica.Tiene que saber adelantarse al futuro, saber motivar y ser competente, que sepa de lo que habla", así lo señala David Fernández en una investigación titulada: "Jefe, vaya al psicólogo" que realizó para un medio de comunicación español. Y es que él resalta en su publicación lo que Iñaki Piñuel, psicólogo del trabajo y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares concluyó luego de 2.400 entrevista: "está de moda el jefe tóxico, aquel que quiere conseguir beneficios rápidos a costa del desgaste y la destrucción del empleado".


Enfrentar

Según José M. Lantero, presidente de la Asociación Asturiana Contra el Acoso Psicológico en el Trabajo, cuando un trabajador tiene la mala suerte de encontrarse con un jefe tóxico entra en una zona de riesgo, para su desarrollo laboral y por extensión para su equilibrio emocional. "El sufrimiento que pueda padecer dependerá de sus propias reacciones. Los efectos de una dirección nociva se pueden agrandar si la reacción del trabajador no es la apropiada".
Según los expertos, las empresas deberían contar con una Unidad en el Departamento de RRHH que se encargue de recibir las quejas de los empleados y mejorar cualquier situación laboral que se presente en el camino.


Salir adelante

Son varios los consejos que los expertos señalan cuando algún profesional se siente inmerso en una situación similar. Primero que nada, estar claro de lo que está pasando. Las amenazas y los maltratos lo que hacen es empeorar la situación. Cada quien es responsable de salir adelante. También hay que mantener la calma. "No se trata de hacer como que no pasa nada. Hay que activar y entrenar los circuitos mentales que generan calma, única manera de contrarrestar el estrés". Una vez que sabe mantener la calma, se puede dar cuenta que en muchas situaciones se sufre sin necesidad. No hay porqué maquinar una venganza. Seguir con la frente en alto y que pase lo que tenga que pasar sin angustia.

Luego de haber entendido cómo salir adelante es más fácil comprender una situación como esta. Sabiendo que un jefe así es envidioso, controlador y mediocre, no tiene porqué perturbarse. Déjelo que actúe solo, concéntrese en su profesionalismo y honestidad. De esta manera nada le hará renunciar. También es necesario que sea positivo y que tenga claros sus objetivos y hacia dónde quiere ir.
Pero es importante que sea proactivo. No reaccionar ante cualquier situación desagradable, sino más bien buscar cómo hacer para mejorar cualquier situación desagradable. Por último, luego de dominar los puntos anteriores "deseará compartir su paz y su éxito y, sobre todo, atenuar, contrarrestar y eliminar la polución psíquica de los entornos en los que te mueves", consejos que sirven no solo en el área laboral sino en el día a día y en cualquier entorno en que se encuentre.


Qué está pasando

- Según los especialistas esa manera arbitraria y egocentrista que emplean este tipo de jefes afecta directamente la productividad de la empresa ya que los empleados se sienten cansados de ese tipo de situación.

-En algunas oportunidades, los jefes que han sido catalogados como "tóxicos" por sus colaboradores y subalternos, ningún directivo le llama la atención ya que en muchas oportunidades no se entera de lo que está pasando o no quieren enterarse.


-A este tipo de profesional lo que le importa es quedar bien con sus clientes y/o jefes por lo que no le importa que es lo que está pasando a su alrededor y, menos aún, cómo está haciendo sentir a sus empleados.


-La actitud que tienen estos jefes contribuyen al deterioro de la salud (enfermedades digestivas, hipertensión, estrés) de sus subalternos, quienes muchas veces no se atreven a hacerle algún comentario ya que saben cómo va a reaccionar.

María Isabella Salas
El Universal
msalas@eluniversal.com

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