lunes, 6 de septiembre de 2010

Reinventarse ante la crisis

Pulir las destrezas conocidas y explotar las insospechadas puede ser la clave

Ante un panorama laboral caracterizado por despidos, reestructuración organizacional, discusión de contrato colectivo postergada, empresas en quiebra, todos los trabajadores están en riesgo.
Muchos sucumben, se deprimen y pasan el tiempo dándole vueltas al problema. Otros asumen una actitud de lucha y se unen a la larga lista de los creativos que buscan reinventarse, adaptarse a los nuevos escenarios.
Anteriormente, la crisis laboral llegaba al pasar de los 50 años, cuando las organizaciones decidían prescindir de los empleados con mayor antigüedad. Hoy en día la crisis laboral puede afectar a cualquiera, no tiene distinción de edad. La idea es ponerse por encima del panorama, no echarse a morir, reflexionar para encontrar formas de hacer rendir los ingresos e, incluso, incrementarlos.

Hacer ajustes

Cuando se sospecha de un despido o se observa reducción de personal en la empresa, es preciso tomar previsiones. Revisar el presupuesto familiar, establecer un plan monetario para las contingencias, ahorrar para los momentos difíciles. Conversar con la familia y ponerlos al tanto de la situación brindará tranquilidad y apoyo.

Ser realista es importante

Sin caer en la paranoia, hay que estar conscientes de que el empleo actual se puede perder mañana. Todo está en constante cambio, la economía mundial no escapa a los problemas y transformaciones.
Al ser realistas es más viable mantener una actitud positiva. Proyectar a futuro incluye revisar y actualizar el currículo. Ante las fusiones, quiebras, liquidaciones de empresas, hay que poner “las barbas en remojo”. No se trata de renunciar de una vez sino de pensar fríamente, indagar en otros lugares acerca de las vacantes, sobre la estabilidad y solidez económica de las empresas de su interés. Puede dejar copia de su CV incluso a través de Internet en varios portales a la vez y esperar una propuesta.

Redescubrirse

Las habilidades y destrezas que día tras día demuestra en su trabajo pueden representar un mínimo porcentaje de todo lo que puede hacer realmente. El talento está dentro de cada quien y hay que aprovecharlo.
Hacer una lista de toso lo que podría hacer si quedara desempleado sin duda le permitirá encontrar más talento del que piensa que posee.
Las actividades de esa lista pueden verse, en primera instancia, como algo adicional para más tarde convertirse en su entrada de dinero principal que brinde sustento a toda la familia.
Toda ocupación es digna, cada actividad o profesión merece respeto y ofrece posibilidades de crecimiento tanto intelectual como personal.
Cuántas familias no se dedican actualmente a negocios alternativos a su trabajo formal, luego de iniciar con la venta de algún producto en su propia residencia. Las asociaciones son bienvenidas, pues se requiere de un capital sólido para iniciar cualquier negocio. Puede asociarse con la propia familia o un colega que tenga los mismos intereses. Es vital buscar asesoría sobre el rubro comercial a desarrollar, las ventas, inversiones y ganancias.

Emprendedores

-Independizarse es quizás el anhelo que tiene la mayoría de los trabajadores. Esa independencia a través de un negocio propio puede llegar súbitamente, por un despido, reestructuración o similar. De manera que los involucrados terminan asumiendo una nueva ocupación más rápido de lo que pensaban.
-El miedo es uno de los principales enemigos del éxito. Paraliza, inhibe la creatividad. Lo recomendable es no preocuparse sino ocuparse en lo que estime necesario para emprender un negocio, una nueva actividad que le reporte dividendos.
-Averiguar qué cualidades necesita para conseguir un empleo, o si lo tiene y desea optar por un ascenso, no es tan difícil como parece. Basta con tomarse unos minutos a solas, con papel y lápiz en mano, para analizar el puesto que desea desempeñar así como las habilidades inherentes y lo que podría alcanzar con ello.
-En este análisis podrá identificar unidades de competencia, que corresponden a la tarea principal en la actividad que desea desarrollar. Los elementos de competencia se refieren a las tareas secundarias y que permiten un desempeño exitoso.

Marilin Pino A.
mpino@eluniversal.com
El Universal

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