lunes, 1 de noviembre de 2010

La riqueza surge en la mente

La conexión con los deseos positivos, de prosperidad, son la clave del éxito

A menudo, el divorcio entre “quienes somos” y “lo que hacemos” nos conduce a llevar dos existencias paralelas: nuestra vida laboral o profesional por un lado, y nuestra vida privada, familiar o personal por el otro, las cuales raramente coinciden en cuanto a objetivos, niveles de satisfacción y compromiso, y dedicación. Vivimos con naturalidad, y por la inercia de la costumbre y de lo que es habitual para la mayoría de la gente, en dos mundos paralelos, con reglas de juego diferentes, y a menudo contrapuestas, poniéndonos una máscara para ir al trabajo y relacionarnos, y quitándonosla en nuestra casa y con nuestra gente. A menudo olvidamos quiénes somos en realidad. “Quizá esto sea frecuente pero no es natural. La falta de coherencia arruina muchas vidas en lo personal y en lo económico, y las consecuencias de trabajar en lo que no amamos nutre las consultas de los psicólogos”, señala Raimon Samsó, (www.raimonsamso.com), asesor psicológico profesional y autor del libro El código del dinero. De la experiencia de este experto se desprende que, aunque parezca un lujo en estos tiempos de crisis, es más sencillo progresar económicamente cuando uno se centra en trabajar en lo que le gusta y le hace más feliz. Es decir, haciendo aquello que se halla en conexión con sus deseos y afinidades más íntimos, en vez de pensar exclusivamente en aumentar el saldo de la cuenta bancaria o acumular bienes materiales.

Esfuerzo

Algunas corrientes de pensamiento y asesores laborales recomiendan “amar lo que hacemos”, aunque no nos guste o satisfaga del todo, aunque para Samsó la clave del éxito, la verdadera llave del tesoro o de la riqueza, radica en procurar “hacer lo que se ama”. Porque precisamente para prosperar hemos de establecer una fuerte conexión con nuestra verdadera persona, esa que funciona como nuestro guía interior y está más allá de todas las máscaras sociales. “A menudo las personas que pasan por mi consulta saben muy bien lo que no quieren pero en cambio ignoran por completo lo que sí quieren. Muy pocos se marcan metas en la vida y las viven como si estuvieran perdidos, improvisando o incluso viviendo las vidas de otros pero no las suyas”, según Samsó. En opinión del experto, en lo que respecta al dinero y el trabajo, muchas personas, aman lo conocido, aunque no sea de su agrado, así como la seguridad financiera, aunque la experiencia está demostrando que es pura fantasía y que muchos empleos son seguros hasta el momento del despido. Para Raimon Samsó, “la mejora y el cambio siempre están fuera de la zona cómoda o de seguridad. Y ahora es el momento de reivindicar el coraje y el atrevimiento para crear una vida mejor en lo económico. Es tiempo de grandes cambios, sobre todo de mentalidad”. Según el autor de Manual de prosperidad, las personas no tienen problemas con el dinero, sino con sus creencias sobre el dinero. Nuestra economía personal es el resultado de lo que sabemos y no sabemos, de elecciones y de hábitos. La buena noticia es que una creencia, un pensamiento, siempre se puede cambiar”.

Tomar en cuenta
  • Ante la interrogante: ¿Cuáles son sus creencias sobre el dinero y qué ha pensado antes de hoy para que sus finanzas sean como son ahora?, Samsó asegura que: “Sea cual sea su trabajo, la respuesta definitiva es vender amor. Si uno ama lo que hace, no volverá a ‘trabajar’ en el sentido clásico de la palabra, ni un solo día más en su vida”.
  • Para el especialista, en un mundo donde todo sube de precio y los sueldos bajan, una nómina no parece ser la solución. Si se trata de ganar libertad, prosperar y autocontrol, la respuesta es emprender un negocio propio.
  • Una actividad “basada en el talento y en los servicios a los otros, que sea útil, invirtiendo poco dinero y mucha imaginación”.
  • El “consejo estrella” del autor del libro El código del dinero, es “¡emprender, emprender!, crear una fuente de ingresos propia, añadir valor al mundo con una propuesta apasionada. Si uno ha perdido su trabajo y no encuentra en qué ocuparse, ha de crear su propio puesto de trabajo, emprender con corazón, hacer algo en lo que crea de verdad: aquello que ame y concuerde con sus valores más profundos”.

Daniel Galilea/Efe Reportajes

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