Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son los caballitos de batalla de la economía mundial: representan 90% de las compañías, alrededor de 50% del Producto Interno Bruto y 60% del empleo a escala global, según cifras suministradas por la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
Pese al ambiente adverso para los negocios, Venezuela sigue siendo uno de los países que registra más actividad emprendedora de todo el mundo, al ubicarse de octavo en un ranking de 52 naciones, refiere el Global Entrepreneurship Monitor 2010 (GEM).
Del total de empresas en el mercado local, 78,4% son pequeñas y medianas. Los tipos de negocios más populares son el de alimentos; Tecnologías de Información y Comunicaciones (como cybercafés y servicios de transporte) y estética, señala Rebeca Vidal, investigadora del Iesa, instituto que conduce el estudio del GEM en el país.
No obstante, esta tendencia emprendedora ha perdido fuerza en los últimos años. Según el GEM, en el año 2003, el porcentaje de negocios nacientes era de 27%; y en 2009 se ubicó en 18,7% del total de las compañías.
Limitantes
Abrir una empresa en el país tarda hasta 140 días por la excesiva burocracia; mientras en Colombia, 20 días, y en EEUU solo seis, según el índice de competitividad del Foro Económico Mundial.
A esto se suman las barreras para importar bienes, inseguridad jurídica, restricciones legales para recortar personal, ausencia de incentivos tributarios para el emprendedor y las dificultades para obtener financiamiento oportuno. La cartera obligatoria de microcréditos de la banca es un incentivo al emprendedor, pero hay trabas: generalmente los préstamos se otorgan a negocios con al menos un año de funcionamiento y se pide una larga lista de requisitos financieros que intimida a cualquier novato.
La banca especializada en microfinanzas juega un papel importante para las iniciativas de pequeña escala, pues hay más flexibilidad en los recaudos. Destacan instituciones como Bangente, Banca Comunitaria Banesco, Bancrecer y Bancamiga. Por su parte, las entidades del Estado ofrecen intereses más bajos en los créditos a microempresarios (19%), con respecto a las instituciones privadas (24%), pero la espera puede ser larga.
Red de apoyo
A pesar de todas estas barreras, hay quienes han sabido sacar adelante sus proyectos. El libro Emprendedores venezolanos: ¿Cómo convirtieron sus sueños en realidades? (Ediciones Iesa) relata los casos de éxito más emblemáticos de los últimos tiempos.
Vidal afirma que “lo fundamental para que las empresas puedan crecer y mantenerse en el tiempo es que el emprendedor desarrolle las competencias necesarias”.
Algunos de los grupos de apoyo al emprendedor más destacados son el Centro de Emprendedores del Iesa, Fundación Ideas, Grupo SuperNova, Superatec, Eureka, Emprered, Fundefir, Accede, entre otros. El acompañamiento es vital para reducir la alta tasa de mortalidad que aqueja a las Pymes en el país.
Abrir una empresa en Venezuela
-Los pasos se inician al seleccionar el tipo de empresa: Sociedad Anónima, Compañía Anónima, Sociedad de Responsabilidad Limitada, Cooperativa, Empresa de Producción Social. Luego, elaborar documento constitutivo y estatutos. Registrar el nombre de la empresa ante el Registro Mercantil.
-Abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa: debe depositarse en ella al menos 20% del capital suscrito. Presentar estatutos ante el Registro Mercantil. Contratar a un comisario que velará por cumplimiento de requisitos legales y del Seniat.
-Cancelar impuestos correspondientes. A continuación se deben crear los libros contables. Publicar el documento constitutivo en un diario de circulación nacional.
-Seguidamente, inscribir la empresa en el Seguro Social y también el en Registro Nacional de Empresas y Establecimientos.
-Solicitar permiso de la Alcaldía. Solicitar Documento del Cuerpo de Bomberos. Solicitar Conformidad de Ingeniería Municipal. Obtener el RIF en oficinas del Seniat. Inscribir la empresa en el Ince.
Fuente: Rebeca Vidal, Iesa
Carolina Rodríguez
Especial para El Universal