martes, 11 de octubre de 2011

El síndrome del ejecutivo

Muchos empleados no logran desconectar del trabajo durante su período vacacional


En determinadas personas existe una resistencia a abandonarse y descansar sin poder desconectarse del trabajo. Viven los lapsos de descanso laboral como un problema, que aumenta con la crisis económica.

Cada vez mayor número de personas, cuando llegan las vacaciones, tienen un dilema que no consiste en elegir si se irán a la playa, el campo o la montaña. Tampoco les quita el sueño cuál oferta o paquete turístico les conviene más, si viajarán en tren, avión, autocar o en su propio vehículo o cómo pasarlo lo mejor posible con su pareja, familia o amigos.

Lo que realmente les preocupa es cómo poder seguir trabajando durante las vacaciones, que para ellos no son una dulce medicina, sino un amargo remedio que no quieren tomar.


Realidad

“Para trabajar cuando no deben han encontrado un aliado en las computadoras portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes y otros dispositivos y medios tecnológicos, que les permiten almacenar documentos, aplicaciones y programas, buscar información a través de Internet, estar en conexión con la oficina y otras personas e intercambiar llamadas y mensajes digitales”, señala la psicóloga clínica Majendri Marqués.

“Cuanto más conectados están con sus artilugios electrónicos y su trabajo, y menos conectados se hallan con sus vacaciones y mundo interior, más aumenta el estrés, malestar y ansiedad de quienes padecen síndrome del ejecutivo”.

Éste se conoce como SdE, aunque afecta a trabajadores de todos los niveles y profesionales independientes. “Contra lo que suponen, esta actitud no los beneficia, porque los somete a un desgaste físico, psicológico y emocional, que hace que al retornar a la rutina laboral estén cansados, sean menos eficaces y productivos, cometan más errores y tengan una mayor falta de concentración en su trabajo”, señala la psicóloga, que dirige un Centro de Crecimiento Personal en la localidad de Arroyomolinos (España).

Quienes sufren el SdE presentan un alto afán de superación y nivel de perfeccionismo, se resisten a disfrutar de las vacaciones y temen ausentarse de su puesto porque así se sentirían menos imprescindibles de lo que creen que son. Tampoco confían en que sus compañeros de trabajo se desempeñen bien en su ausencia. Son personas que durante sus vacaciones tienden a realizar actividades estresantes en lugar de relajarse y disfrutar, convierten al trabajo en su principal tema de conversación, se pasan el día hablando por el teléfono móvil y recibiendo, enviando y contestando mensajes.


La crisis impide la desconexión

De acuerdo a encuestas recientes, el SdE está proliferando más debido a la actual crisis económica, ya que muchas personas sienten incertidumbre respecto de su futuro laboral si no saben lo que está sucediendo en su empresa y tienen miedo de que, al volver al trabajo tras las vacaciones, durante su ausencia hayan sucedido cosas que hagan peligrar su puesto.

El informe de la compañía de recursos humanos Randstad indica que “la crisis y la incertidumbre laboral han incidido en el aumento de los empleados que no consiguen desconectar del trabajo durante su período vacacional”.

María Jesús Ribas

Efe Reportajes

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