lunes, 12 de diciembre de 2011

Acuerdos comerciales agudizan modelo económico importador

La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada recientemente en Caracas, sirvió al Ejecutivo nacional para suscribir acuerdos comerciales con algunas naciones.

Aunque el Gobierno nacional insiste en que se trata de convenios que apuntan al "desarrollo productivo interno", en buena medida lo acordado acentúa la dependencia de las importaciones. "Son simples órdenes de compra", afirma Carlos Larrazábal, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).

Argentina, Brasil y, previamente Colombia, lograron firmar compromisos en los que el Estado venezolano se compromete a adquirir vehículos, aviones, insumos para la construcción y ganado, entre otros rubros. "Terminamos haciendo acuerdos con empresas privadas de Latinoamérica, pero no hacemos acuerdo con empresas privadas venezolanas", cuestiona Larrazábal.

Paradójicamente, el Gobierno nacional ha insistido desde hace años en la necesidad de fortalecer el aparato productivo y diversificar la economía.

En enero de 2010 el presidente de la República, Hugo Chávez, anunció un plan para impulsar las exportaciones no petroleras. "Es tiempo de estimular la política exportadora, sustituir importaciones y orientar la producción para la exportación. Esto es muy importante, porque nosotros tenemos que salir del modelo rentístico petrolero, Venezuela tiene que ser un país que exporte muchos otros productos, más allá del petróleo", afirmó el mandatario.

Para ese propósito, el Ejecutivo nacional constituyó el Fondo Bicentenario con un monto inicial de 3 millardos de bolívares, pero el resultado no ha sido el esperado.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2010 las exportaciones no asociadas al petróleo se ubicaron en 2 mil 487 millones de dólares y en los tres primeros trimestres de este año suman 2 mil 447 millones, cifras enanas que reflejan la imposibilidad de diversificar la economía.

Un factor importante es que la mitad de las exportaciones no petroleras corresponde a materias primas como aluminio, acero, hierro y carbón donde no se requiere mayor grado de desarrollo tecnológico.

En lo que va de año las exportaciones no tradicionales de Venezuela a Colombia tan sólo representan 319 millones de dólares, a Brasil 283 millones de dólares, Ecuador 58 millones y Chile 48 millones.

Muchos obstáculos

Analistas explican que en un entorno donde la producción industrial se mantiene estancada en medio del control de cambio, control de precios, expropiaciones que alejan la inversión y sobrevaluación de la moneda es lógico que el país continúe dependiendo del petróleo, que aporta 95 de cada 100 dólares que ingresan al tesoro.

Al cierre del tercer trimestre de este año la fabricación de metales comunes, maquinaria y equipos, vehículos, productos textiles y calzado se ubica por debajo de 1997.

Al reducir el ámbito del análisis a este año surge como dato positivo que la producción de la industria privada crece 4% al contrastar los primeros nueve meses con el mismo lapso de 2010, pero se trata de un avance que no tiene mayor incidencia para alcanzar el reto de diversificar las exportaciones y abastecer eficientemente al mercado interno.

Para el presidente de Conindustria las políticas económicas del Gobierno nacional son contrarias a las que aplican los propios socios comerciales de la región. "El mundo va por un lado y nosotros vamos por otro, y hacia atrás".

Al presentar los resultados de la encuesta de coyuntura del tercer trimestre, el directivo destacó que la falta de materia prima, la incertidumbre política y la crisis eléctrica frenan el rendimiento de la industria.

De acuerdo al sondeo realizado entre 300 compañías, en promedio la capacidad utilizada apenas llega a 57,35%. Aunque la cifra es ligeramente superior al mismo período del año pasado, está por detrás de la de 2008, año previo a la recesión económica. "Quisiéramos que esta realidad subiera, pero para eso tenemos que tener cambios importantes y profundos", expresó Larrazábal.

Más allá del comportamiento del consumo, el temor por la política de expropiaciones se convierten en un gran freno para la actividad manufacturera. Los datos de Conindustria revelan que 45% de las empresas pequeñas y 40% de las medianas sólo están realizando "inversiones operativas", pero no "mayores". En el caso de las grandes industrias ese indicador se eleva hasta 80%. "Una empresa que no está en capacidad de invertir no crece, no crea empleo y no aumenta la oferta de productos nacionales", apuntó Larrazábal.

Publicado Por http://www.eluniversal.com

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