Cualquier rincón de la casa es ideal para colocar unas velas. Ellas decoran pero, también aromatizan y armonizan el espacio.
A través de ellas se obtiene un encanto especial por la luz tenue y cálida que se ve, una vez encendidas. Además son perfectas para resaltar cualquier rincón de la casa que sea algo más oscuro.
Los tamaños, formas y aromas son variados. Hasta con decorados externos se consiguen y pintadas también.
Pueden colocarse sobre una bandeja de madera, un envase plateado, un plato de vidrio, nada inflamable. Todo depende del lugar donde. El cuarto, la sala, el baño, el estudio y hasta la cocina son algunos de los sitios preferidos por muchos.
Se le puede colocar, alrededor, popurrí para resaltar el olor del ambiente.
Los expertos en el área señalan que la mejor forma de colocar las velas es en grupos, y si todas son del mismo color, el efecto que se crea es superior. Las mismas deben tener varios tamaños y grosores. Esto ayuda a mejorar la sensación de calidez y a iluminar mejor el ambiente.
Los candelabros son otra opción interesante. Estos pueden tener capacidad tanto para una como para cinco o seis velas, dependiendo de la ocasión y la celebración.
Pueden venir en plata, madera, y el tamaño y la forma dependerán de los gustos de cada quien y del tipo de muebles que hay.
Se pueden colocar en el centro de la mesa del comedor o en una mesa junto a un portarretrato.
Relajante
Las velas aromáticas se pueden usar para relajarse después de un día agotador.
Se colocan en la mesa de noche del cuarto, o simplemente en la sala (apagando la luz), con una música muy suave de fondo para conseguir el efecto que se desea. Sea cual sea el uso que se le de, son una alternativa para decorar cualquier ambiente.
María Isabella Salas
msalas@eluniversal.com
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