lunes, 5 de marzo de 2012

Evitar accidentes al conducir

A no ser por la mala suerte de estar en el lugar y el momento equivocados, la mayoría de los accidentes de tránsito pueden evitarse. Estos ocurren por varias causas; lamentablemente, a menos que las personas manejen con prudencia, las estadísticas de accidentes serán cada vez más altas.

Influencia del alcohol

Aun cuando lo prohíben las leyes, conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas es una de las principales causas de accidentes viales, y lo peor es que no sólo se pone en peligro la propia vida sino la de otras personas también.

Incluso el conductor más experimentado no está en condiciones de manejar si tiene una tasa de alcohol en sangre superior a los 0,8 g/l. Si bien la cantidad ingerida no afecta igualmente a todos, una tasa entre 0,5 y 0,8 ya supone graves riesgos.

El mayor problema son los reflejos. El cerebro tarda dos veces más el tiempo que toma normalmente en enviar mensajes a los miembros inferiores, por lo que tareas sencillas como cruzar en una esquina se convierten en todo un problema. Además de sentirse mareada, la persona pierde la concentración y no puede medir las distancias ni los tiempos de reacción.

Distracciones peligrosas

Para manejar con responsabilidad vial se requiere la plena atención del conductor. Al distraerse aunque sea por sólo escasos segundos puede perder el control del auto y causar una tragedia.

Con el auge de los dispositivos de comunicación electrónicos portátiles y el avance de la tecnología de entretenimiento para vehículos, muchas personas prestan cada vez menos atención a la vía y a los carros a su alrededor.

Sujetan el volante con una mano y con la otra están enviando mensajes de texto, cambiando un CD, poniendo una canción en el iPod o pendientes del GPS.

Ni el dispositivo de manos libres ni la tecnología Bluetooth garantizan que no pueda ocurrir un accidente cuando están hablando por el celular mientras manejan.

Igualmente pecan de imprudentes al leer el periódico, maquillarse o simplemente tomar un café o comer un sándwich en el carro. Es muy fácil que pierdan la coordinación mientras tratan de evitar que les caigan migas o salsa en el pantalón o se les derrama una bebida.

Exceso de velocidad

La necesidad de conducir a toda velocidad es un comportamiento deliberado en el que el conductor conoce el riesgo pero prefiere ignorar las consecuencias.

Las fuerzas que experimenta el cuerpo humano en una colisión aumentan exponencialmente a medida que se incrementa la velocidad. Cuanto más rápido circula un auto por una autopista, más tarda la persona en disminuir la velocidad y mayor es la probabilidad de sufrir un accidente.

Al manejar a exceso de velocidad disminuye el tiempo de reacción del conductor ante cualquier obstáculo en la vía y, por tanto, las heridas sufridas en caso de un accidente pueden ser más severas e incluso fatales.

Agresividad al volante

Los autos modernos se fabrican bajo estrictos estándares de seguridad, a objeto de minimizar el impacto en caso de una colisión.

No obstante, son cada vez mayores los accidentes en los que se ven involucrados debido, en gran parte, al comportamiento agresivo que adoptan muchos conductores al manejar. Cuando alguien sigue muy de cerca otro auto no queda suficiente distancia para frenar repentinamente, por lo que aumenta el riesgo de chocar.

Cambiar de canal constantemente sin poner las luces de cruce, acelerar y frenar para pasar el auto que está delante o hacer repetidas señas con las luces altas también son actitudes agresivas que deben evitarse al manejar.

Falta de mantenimiento regular

Aunque la imprudencia de muchos conductores es un factor de riesgo en la carretera, la negligencia en mantener el auto en perfectas condiciones para circular también es la causa de numerosos accidentes viales. Si un lado de los frenos no funciona correctamente, el otro no podrá compensar este desperfecto y el auto no se detendrá cuando intente frenar.

Es preciso mantener los neumáticos inflados a la presión adecuada y rotarlos regularmente. Los cauchos con una presión menor o mayor que la indicada son una bomba de tiempo. Pueden reventarse en cualquier momento y el conductor perder el control del vehículo y volcarse, o bien perder la estabilidad en una curva.
También hay que mantener en buen estado la dirección, suspensión y amortiguadores.

Ante todo precaución

Un porcentaje elevado de accidentes ocurren de noche, muchos debido a una visibilidad defectuosa. Por eso, es muy importante que todas las luces del auto -las altas, las bajas y las de cruce- funcionen perfectamente. Las luces son imprescindibles para mejorar la visibilidad en condiciones en las que ésta puede verse afectada, como cuando está lloviendo o hay neblina. Hay que encenderlas incluso si nuestra visión es buena. Son esenciales tanto para ayudar a que los otros conductores se percaten de nuestra presencia como para alumbrar bien el camino.

Por otra parte, es de vital importancia usar el cinturón de seguridad.En muchos accidentes de tránsito, este dispositivo representa la diferencia entre sobrevivir con heridas leves y sufrir heridas graves o incluso morir. Si bien no son infalibles, un número cada vez mayor de personas fallecen por el hecho de no habérselo colocado que por habérselo puesto.

Se calcula que en 65% de los accidentes fatales en los que uno o más de los ocupantes no estaban sujetos al cinturón de seguridad, éstos habrían resultado heridos levemente o sin ningún tipo de lesiones si hubiesen actuado con sentido común y se lo hubiesen colocado.

Sergio Viloria
El Universal

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