viernes, 17 de mayo de 2013

Estilos divertidos y funcionales


La iluminación es necesaria para realizar las diversas tareas diarias. Los niños normalmente hacen la tarea en su habitación; si aún hay luz natural puede aprovecharla pero al caer la tarde requieren de iluminación artificial. Para ello cuentan con una o dos lámparas de mesa, además de las generales de techo. En cuanto a las de mesa, existe una variedad de lámparas en materiales, colores, formas y diseños que combinan con la decoración utilizada en las habitaciones.

Pueden tener base de acrílico, madera, metal; lo importante es que se sostenga en la superficie donde será colocada. Algunas se pueden fijar a la pared y así evitar que los niños la manipulen directamente. Solo tiene que encenderlas con un interruptor colocado a su altura.

Cuando se trata de niños muy pequeños, lo ideal es que tengan formas y colores llamativos. Las puede encontrar con siluetas de animales que los pequeños conocen, como gatos, perros, delfines. También, objetos que reconocen de sus juegos diarios, como pelotas, muñecas, personajes de comiquitas o películas infantiles. Incluso, en las actividades de la escuela la combinación de colores hace de la lámpara un objeto decorativo y funcional al mismo tiempo. Brinda la iluminación que se requiere y se une a la decoración del espacio.

El feng shui recomienda una luz tenue, puede ser en tono rosa, para las horas vespertinas. Con ello se logra una atmósfera de tranquilidad y relajación, sobre todo en las horas previas al descanso nocturno.

Las lámparas colgantes resultan muy divertidas para los niños en edad preescolar. Avivan su imaginación y les ayudan a enfocar su atención en las siluetas. Recorren con la mirada una y otra vez las formas de la lámpara -un conejo, elefante, avión- y los colores que la componen.

Claro está, tiene que gustarle el diseño. Antes de comprar una lámpara es importante prestar atención a los gustos y preferencias del pequeño para brindarle algo que le complazca.

Cuando se trata de niñas, los colores de preferencia son rosa, lila, blanco, verde. En la base puede llevar formas de mariposas, ositos, flores en diversos tamaños y colores. En la adolescencia los gustos se redefinen y se impone la personalidad de cada quien. Así, encontrará lámparas clásicas, en tonos metálicos o exóticas, diseñadas por las propias chicas.

En el caso de los varones, cuando son pequeños van bien las de siluetas de animales, carros, aviones, aves. Al llegar a la adolescencia el gusto está más orientado a lo simple, aunque no tiene por qué ser común. La oferta en las tiendas es amplia. Existen modelos realmente llamativos, pasando por las recicladas hasta los más sencillos hechos en la escuela.

Una lámpara de techo, giratoria, con bombillos de diversos colores, es ideal para los momentos de juego, bien sea en la habitación u otro espacio de la casa destinado para ello. Incluso se puede utilizar en las fiestas de los niños, para darle un toque diferente al ambiente.

Seguridad

Es importante que los niños y jóvenes comprendan que no deben manipular las lámparas e interruptores para evitar descargas eléctricas.

Cuando son muy pequeños, es recomendable colocar las lámparas fuera del alcance de los niños; que sean los padres quienes las enciendan y las apaguen.

Por otro lado, si tienen partes en tela, mantenerlas a una altura considerable, ya que acumulan altas cantidades de polvo y ello puede ser causa de alergias en los pequeños.

Si están colocadas en mesas o escritorios, se debe advertir no colocar cerca de las lámparas las bebidas que estén consumiendo para evitar accidentes por cortocircuito y resguardar la seguridad de los niños.

Marilin Pino A.

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