viernes, 13 de septiembre de 2013

Exclusividad sobre ruedas



Si los vehículos siempre han sido utilizados como símbolo de poder social, el hecho de tener un automóvil artesanal hace que, no solo sea un producto que marque la diferencia, sino que es un carro capaz de situar a su propietario en un nivel de exclusividad que, pese a lo que se piensa, no es tan inalcanzable como puede parecer.

Es cuestión de necesidad

Basta con visitar el mayor museo de autos antiguos del mundo, la isla de Cuba, para darse cuenta de que en lo que a carros se refiere lo viejo es moderno, gusta y se reclama con asiduidad. Eso sí, pese a que el motivo de mantener en perfecto estado a los autos de más de 50 años de vida en Cuba no es una cuestión de "moda", sino de necesidad. En el sector del motor encontramos casos de pequeñas fábricas que cuidan con mimo cada componente de un vehículo.

"Automóviles especiales para gente especial". Con esta consigna, la empresa Hurtan se da a conocer al mundo.

La historia de esta compañía familiar se remonta a 1969, fecha en la que su fundador, Juan Hurtado, crea el primer prototipo Hurtan, aunque no fue hasta 1996 cuando se termina el primer "Hurtan T2".

"Crear Hurtan ha sido una cosa de sentimientos, hemos hecho el automóvil que nos gusta porque, tal y como está el mercado, es complicado competir, por eso decidimos levantar una fábrica pequeña con unos planteamientos de producto específico", relata Juan Ignacio Hurtado, hijo del fundador y miembro de la dirección actual.

Target específico

Los Hurtan suelen gustar, tal y como hace referencia Hurtado, a gente de unos "40 a 60" años de poder adquisitivo "medio alto y alto".

"Se trata de personas -puntualiza- que quieren tener un vehículo exclusivo, utilizarlo para tema de ocio como diferenciador social, pero a la vez no quiere gastarse una gran fortuna".
Los precios de estos automóviles, según modelo y "caprichos" de su futuro propietario pueden rondar de 45.000 a 55.000 euros (59.700 - 73.000 dólares).

Clásicos

Debido a su estética, los Hurtan gustan a los "amantes de lo clásico" que no quieren hacerse "esclavos" del vehículo, pero quieren tener algo "distinto". "Personalizamos al gusto del cliente, manteniendo unos estándares propios que nos hace estar al nivel de fabricantes de autos de lujo como Bentlety, Lamborghini", afirma.

En la actualidad, esta empresa española, está afrontando reformas en su plan de negocio para luchar contra la crisis económica. A la posibilidad de alquiler uno de los vehículos para eventos como bodas, se le suma un plan de internacionalización que hace que los Hurtan estén viajando a Emiratos Árabes, China o Rusia, entre otros.

Incluso Brasil y Argentina podrían ver cómo los Hurtan empiezan a circular por sus carreteras.

Llenos de tradición

La firma Advance Desing Tramontana al igual que Hurtan, no son muy conocida, vende sus vehículos a personas de todo el mundo que se han dejado embrujar por su construcción artesanal pero con alta tecnología y materiales avanzados. Otra de las similitudes que esta empresa familiar tiene con Hurtan es su actual plan de expansión que, como apuntan fuentes de Tramontana, también están dirigidos a la internacionalización debido a la actual crisis que vive Europa. Tras pasar múltiples test de calidad y técnica, los Tramontana han sido clasificados en la categoría de "supercar" y su primer auto fue vendido en 2010 después de conseguir la certificación europea necesaria para poder circular.

La filosofía de estos vehículos, cuya producción es tan reducida que roza las 12 unidades al año, es transmitir la idea de que se trata de una "joya preciosa".

Pilar Martín-Valverde

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