viernes, 4 de octubre de 2013

Reciclaje en la decoración



La decoración del hogar es un terreno inagotable para reciclar con estilo, basta con usar la imaginación.

Es bueno para el ambiente pero no tiene por qué ser una actividad pasiva en la que nos limitemos a poner los residuos en sus respectivos cubos. El "upcycling" es una nueva tendencia más ecológica de reciclar y, sobre todo, más imaginativa. Buscan nuevos usos a los objetos como mejor alternativa que echarlos a la basura o al reciclaje tradicional, según describen sus seguidores en la página web upcycling.com. Se trata de crear nuevos objetos a partir de cosas inservibles, dándoles un nuevo valor; reutilizar antes que reciclar.

El genio de la botella

Las botellas de plástico y "pet" son un elemento indispensable en nuestra vida diaria, pero también una amenaza creciente, junto a las bolsas y otros residuos de ese material cuya acumulación ha llegado a crear lo que se conoce como el "trash vortex", una "sopa de plástico" en el océano Pacífico, con una extensión del tamaño de Texas. Sin embargo, es sorprendente lo versátil que pueden ser estos recipientes en las manos adecuadas. Uno de sus usos más creativos es aprovechar sus formas redondeadas para convertirlas en llamativas lámparas.

Aunque también pueden transformarse en mantelitos, cestas o papeleras, entre otros. Si cortamos el plástico en tiras y las entrelazamos, el resultado será un material muy resistente e impermeable.

A gran escala sirven como material de construcción para levantar muros de separación entre ambientes, ya sean transparentes o de llamativos colores que crean caprichosos efectos con la luz natural, los mismos que darán a la estancia una cortina hecha con antiguas diapositivas unidas entre sí con anillas.

El final del viaje

Viejas maletas que no usamos por gastadas o porque -acostumbrados a las ruedas- pocos estamos dispuestos a llevarlas a pulso.

La página green upgrader propone usar una de sus mitades para hacer una cómoda cesta para nuestros amigos de cuatro patas. Basta con buscar una maleta de pequeño tamaño y un bonito color en la que poner un mullido cojín. La misma idea, pero acoplando unas patas a la base, convierte una humilde y olvidada maleta en un cómodo sillón, una banqueta.

Un truco: si la maleta está demasiado ajada se le puede dar una buena mano de pintura, asa y cierres incluidos, el resultado es elegante y espectacular.

Pensando en grande

Algunas ideas para crear nuestros propios muebles son muy sencillas, otras requieren un poco más de pericia, un buen kit de bricolaje y ser un "manitas" con el martillo o la sierra. Pero los resultados valen la pena. Las posibilidades son infinitas y uno de los elementos más versátiles son los palets, que se transforman en mesas, peldaños de escaleras o estanterías. Una capa de pintura en colores alegres o un barniz para mantener su aspecto rústico basta para que encajen en cualquier rincón de la casa o el jardín.

Carmen Rodríguez

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