jueves, 14 de enero de 2010

Vidrios claros y relucientes


Dejarlos como nuevos es mucho más fácil de lo que se cree- María Isabella Salas




Para cualquier ama de casa ver las ventanas sucias se ha convertido en un dolor de cabeza.

No importa si son los ventanales o puertas del balcón. Tampoco si son los espejos o las copas de la vajilla. Lo único que se quiere lograr es que el vidrio esté siempre impecable, sin grasa y menos aún sin marcas de ningún tipo.

Pero, uno de los puntos que hay que tener claro son los elementos de limpieza, los productos (hay muchas marcas en el mercado que ofrecen milagros y al momento de usarlos los resultados son negativos), el clima, y el tamaño de los vidrios.


Poco a poco

Si bien es cierto que la limpieza de los libros no es una tarea engorrosa, se necesita tiempo y dedicación para hacerlo con calma y ver resultados impecables.

Primero que nada y según consejos de los expertos, no debe realizarse en momentos de mucho sol para que no se manchen. Lo más adecuado es hacerlo cuando el tiempo está frío.

Si bien es cierto que hay una técnica de varios siglos y que la usan los vitralistas como es empapar un paño limpio con vinagre blanco y pasar por la superficie y, para retocar, pasar otro que esté seco, hay personas que aconsejan lavarlo con agua caliente jabonosa, también aplicar amoníaco si el vidrio se encuentra muy sucio. O se puede limpiar con alcohol y luego secarse con un trapo de algodón.


Importante

Es importante tomar en cuenta que antes de limpiar los vidrios de las ventanas, es necesario sacudir y eliminar todo el polvo que se deposita en ellas. También observar si hay telas de araña o fragmentos de plantas, pelusas o cualquier residuo que estorbe su posterior aseo. De ser así deben retirarse igualmente para conseguir la limpieza que se quiere, de lo contrario va a quedar incompleto.


En copas y vasos

Quienes les toques la tarea de lavar los vasos y copas lo mejor es colocar dos envases grandes. Uno con agua tibia y unas gotas de jabón líquido y el otro con agua fría solamente. Las copas o vasos se sumergen en el primer envases donde se ha colocado jabón, y luego, se pasa al envase de agua fría para retirarle cualquier resto de jabón y se coloca sobre un paño de algodón para que se seque. Si alguna pieza tiene pegado en el borde pintura de labio o restos de un batido o jugo, lo mejor es dejarlo sumergido en el envase de agua caliente por un buen rato para que se le despegue.

Si es necesario puede darle suavemente con un trapito de algodón para que lo retire completamente y no lo raye. Igualmente se deja reposar sobre un paño limpio o papel absorbente para que se seque solo.

Hay quienes al final de la lavada, para conseguir un brillo extra, lo pasan por un envase que contenga agua y un poquito de vinagre. Luego lo secan con un paño muy suave.

Los expertos señalan que todo lo que tenga vidrio debe mantenerse limpio para evitar que se manchen y su limpieza se haga más fácil. msalas@eluniversal.com

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