La tentadora contraoferta

No es buena idea aceptarla por ser una acción desesperada de la empresa

Te ofrecen la oportunidad de trabajar en otro lugar. El cargo te llama la atención. Es un chance de probar algo nuevo que le puede dar un giro a tu carrera. Tomas la decisión. Introduces la carta de renuncia. Pero al día siguiente tu jefe te ofrece un aumento para que te quedes. En el mundo laboral esto se llama contraoferta, y cualquier profesional sentiría su ego acariciado solo de ver cómo dos compañías se pelean por él y aumentan su propuesta salarial como si se tratara de una subasta. Pero según careerknowhow.com, 90% de las personas que aceptan un ofrecimiento como este de su empleador, terminan dejando la compañía a los seis meses. La empresa nos propuso un aumento porque renunciamos. Es una estrategia reactiva. ¿Qué nos enseña? ¿Que cada vez que necesitemos un incremento salarial tenemos que amenazar con irnos? Si la compañía valora a un profesional, debe mantenerlo feliz. “Un componente clave en la estrategia de retención de una empresa son las discusiones de carrera, individualmente, para saber las expectativas y ambiciones del empleado de modo de alinearlas con la estrategia de negocio”, señala la consultora de Recursos Humanos Right Management.

Movilidad

Solo en EUA, y a pesar de la crisis, 52% de los empleados consultados en una encuesta hecha en conjunto con Linkedin, afirmaron haber recibido otras propuestas de trabajo en los últimos 12 meses. El estudio data de julio de este año. Los profesionales más demandados fueron aquellos en posiciones gerenciales, que se desempeñan en consultoría, ingeniería, ventas y desarrollo de negocios, y que tienen entre 24 y 35 años. Por su parte, las empresas más grandes resultaron más vulnerables a sufrir deserción.

Desconfianza

Según careerknowhow.com, al aceptar la contraoferta y quedarnos en la empresa podemos encontrarnos con un ambiente viciado. En estos casos, existe una alta probabilidad de que tanto los supervisores como los compañeros de departamento ya no nos perciban como parte del equipo, sino como un elemento desleal y poco comprometido capaz de abandonar a la compañía en cualquier momento.

Dinero tramposo

Frente al escenario de una contraoferta, tenemos que preguntarnos si nuestra inconformidad es meramente salarial, o si hay otros factores de la dinámica empresarial que nos desmotivan, como por ejemplo la dificultad para ascender, monotonía, lejanía geográfica, una gerencia deficiente, entre otros. Si este es el caso, un cheque más gordo no va a acabar con nuestro malestar. De ahí que la mayoría de quienes aceptan una contraoferta terminan yéndose a los seis meses, en promedio. El portal especializado en temas laborales carrerknowhow.com, hace una última advertencia: la contraoferta puede ser una concha de mango en el sentido de que nos aumentan el sueldo para que nos quedemos, y mientras tanto, nuestro jefe gana tiempo para encontrar un reemplazo. Entonces, se deshace de nosotros.

Talento estrella

–Un estudio de la consultora estadounidense Right Management revela que 54% de las empresas evaluadas perdió a sus mejores trabajadores en la primera mitad del año 2010. Solo 28% pudo retener su talento estrella. –Los empleados más talentosos son más inmunes a las recesiones económicas que los estándar en términos de recibir nuevas propuestas de trabajo con cierta frecuencia. –En sectores como el tecnológico, perder talento estrella puede poner en riesgo la viabilidad de la compañía. –Una contraoferta no es una estrategia de retención, es una reacción desesperada. –Para impedir la estampida de profesionales valiosos es necesario trazar junto con ellos planes de carrera que los mantengan motivados. –La contraoferta puede venir enmascarada: “Hemos estado haciendo planes para ti pero creo que es momento de ponerlos sobre la mesa”, o “Tu incremento salarial se iba a hacer efectivo el próximo trimestre, pero podemos adelantarlo si eso significa que te vas a quedar”.

Carolina Rodríguez T.
Especial para El Universal
calorod4@gmail.com