lunes, 27 de septiembre de 2010

Piso reluciente y duradero

Los pisos de mármol y granito son muy resistentes y fáciles de mantener.

Sin embargo, se requiere un cuidado especial para conservar su aspecto reluciente y evitar que se deterioren. Todas las piedras naturales son porosas, por lo que tienden a absorber cualquier líquido que se derrame en la superficie. Existen en el mercado productos que penetran en los poros de la piedra e impiden que absorban sustancias nocivas como vino, café, refresco.

Sellado
El primer paso en la rutina de mantenimiento de estos pisos consiste en sellar la superficie.

Para evitar el desgaste que provoca el tránsito de personas y la acción abrasiva de algunas sustancias es preciso aplicar un sellador que garantice la integridad de la piedra. Contrate los servicios de un profesional para que aplique el producto antes de que comiencen a transitar por el área. Asegúrese de comprar un sellador de marca reconocida que ayude a evitar las manchas, impida que cambie el color natural de la piedra y prolongue la vida útil del revestimiento. El tipo de sellador dependerá de la densidad y la porosidad de la piedra. Este producto formará una capa polimérica de alto brillo que protegerá su inversión. Para mejores resultados, repita el procedimiento de sellado al menos una vez al año.

Limpieza diaria
Una vez que se ha sellado el piso, hay que mantenerlo libre de polvo, derrames y manchas diariamente. Tanto el mármol como el granito requieren un cuidado mínimo, si bien hay que hacerlo de la manera correcta.
Limpie cualquier líquido que se derrame o mancha en el acto, con la ayuda de un trapo de algodón o una esponja suave. Cuanto más tiempo pase una sustancia en el piso más probabilidades tiene de ser absorbida y más difícil de eliminarla de la piedra.

El mármol es un material particularmente más poroso que el granito, por lo que las manchas pueden adherirse con más facilidad. Para algunas manchas superficiales, utilice solo agua.
Aplique con un trapito y seque inmediatamente con un pañito limpio y seco.

Habrá ocasiones en las que tendrá que recurrir a otras técnicas de limpieza para deshacerse de manchas rebeldes, como las de nicotina, óxido o grasa.

Para estos casos, hay limpiadores especialmente diseñados para proteger pisos de piedra natural, que se aplican según las indicaciones del producto. Si no tiene estos jabones líquidos en el momento, limpie el piso con una solución hecha a base de agua tibia y detergente para lavar platos.

Vea que el producto tenga un pH neutro, es decir, 6,5 ó 7. Para resultados óptimos, use un limpiador con pH de 7 sobre superficies de piedra natural.

El término pH se refiere al nivel de acidez o alcalinidad de una solución. El bicarbonato de sodio, el cloro y el amoníaco son limpiadores muy alcalinos, con un pH de 9, 11 y 11, respectivamente. En cambio, el limón (pH 2,4) y el vinagre (2,8) son muy ácidos.

Estos productos pueden quitarle el brillo natural y el sellador aplicado al piso, haciéndolo más opaco y permitiendo que las nuevas manchas penetren más profundamente y sean más difíciles de limpiar.

Tampoco utilice utensilios como esponjas de aluminio, cepillos de metal o polvos abrasivos. Si usa lavaplatos líquido, lea antes la etiqueta y asegúrese de que no contenga ninguno de los ingredientes antes mencionados.

Por Servio Viloria
Especial para El Universal

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