lunes, 25 de octubre de 2010

Máxima atención al volante

La alimentación no es una de las cuestiones a las que más atención se presta cuando tenemos un viaje a la vista y, sin embargo, es uno de los factores que puede causar un accidente de tráfico.

La Fundación Repsol, que promueve estudios en distintas áreas con el objetivo de contribuir al progreso de la sociedad, ha presentado un libro titulado Hábitos de alimentación y recomendaciones nutricionales en los viajes por carretera.

Este estudio, centrado en los hábitos de los conductores españoles, determina que entre las preocupaciones de los encuestados, antes de ponerse al volante, no aparece de manera espontánea la alimentación. Es decir, no se trata de un factor que los conductores consideren prioritario cuando van a realizar un viaje por carretera.

Los datos reflejan que la alimentación tanto del propio encuestado como de los acompañantes, es mencionada como una de las tres principales preocupaciones por menos de 10% de los conductores.

Sin embargo, nueve de cada diez de los entrevistados considera que una mala alimentación puede incrementar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Planificación necesaria. Enrique Locutura, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Repsol, afirma que la alimentación durante la conducción "no es un tema menor. Debe haber una planificación".

Los principales aspectos de la investigación han sido: duración del viaje, su planificación y las paradas en relación a la nutrición; los principales productos consumidos y el menú ideal, así como los problemas asociados a la mala alimentación. Locutura reconoce que comparte con la FEN y la DGT la necesidad de aplicar pautas alimenticias que contribuyan a aumentar la seguridad al volante. Y confía en que, tanto el estudio como las recomendaciones contribuyan a una toma de conciencia por parte del conductor.

Emma Ruiz, directora de Proyectos de la FEN, señala que cuando tomamos comidas abundantes o muy grasas y condimentadas, se produce en las horas posteriores, de manera natural, una disminución de la capacidad de atención y aumento de la somnolencia, debido a la digestión pesada y "por tanto, las posibilidades de cometer algún error o imprudencia se incrementan". Reconoce que también debemos evitar largos períodos de ayuno durante la conducción. "Debemos llevar una dieta equilibrada, ya que necesitamos prestar toda la atención a la carretera".

Cuando en el estudio se pregunta directamente por la importancia que da a la alimentación en los viajes por carretera, 44,8% de encuestados afirman que este aspecto es muy o bastante importante para ellos; por el contrario, 54,4% concede a la alimentación una importancia menor.

En definitiva, la alimentación es relativamente importante, aunque no se vive como una preocupación prioritaria, sobre todo si se compara con aspectos como la seguridad del vehículo, el estado del tráfico o las posibles averías que se presentan.

Mónica Luna/Efe

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