lunes, 4 de octubre de 2010

Vida útil de los cauchos

Los neumáticos son una parte fundamental de todo vehículo. No solo permiten su desplazamiento; también desempeñan un papel importante en la seguridad vial de los conductores.

Al ser el único punto de contacto del automóvil con el pavimento, deben garantizar un buen agarre para poder resistir las fuerzas de aceleración y frenado que se evidencian en la conducción del carro.

Independientemente de la marca de un automóvil, si los cauchos no se encuentran en condiciones óptimas para su uso, presentan un desgaste anómalo o la presión de aire no es la recomendada la capacidad de maniobrar el vehículo se ve seriamente afectada, pudiendo ocasionar un accidente de tránsito.

Fabricantes reconocidos en todo el mundo como Bridgestone, Goodyear, Pirelli, Goodrich y Michelin ofrecen neumáticos de alta calidad, pero pese a la garantía todos tienen una vida útil y ninguno está exento del desgaste que causa el uso prolongado.

Desgaste. Los cauchos se desgastan dependiendo de la carga que soportan (el número de pasajeros), la velocidad de conducción, las condiciones del suelo y el estado general del vehículo, entre otros factores.

La manera como lo hacen proporciona información que no hay que descuidar. Para que funcionen correctamente y se gasten de forma pareja, es preciso inflarlos a la presión recomendada por la marca fabricante.

Si se deterioran más en el centro se debe a una presión superior a la recomendada. Si lo hacen más en los extremos, la presión es menor a la adecuada. Por último, si se van desgastando de forma irregular puede que se deba a problemas en el sistema de amortiguación.

Presión adecuada. Optimiza el consumo de gasolina del auto; permite estabilizar su estructura, lo cual facilita una mejor respuesta de conducción, tracción y maniobrabilidad.

Si les falta presión, el automóvil pierde estabilidad, y al aumentar el roce con el suelo se incrementa el consumo de combustible. En cambio, si tienen más presión de la debida, aparte de que se gastan más, se dañan los amortiguadores y disminuye la capacidad de adherencia al suelo.

Chequeo regular. Puede hacerse semanalmente, si recorre largas distancias con regularidad. También se recomienda hacerlo antes de un viaje largo y después, sobre todo si se viaja por vías en mal estado.

La medición debe hacerse en frío; es decir, que el auto no haya recorrido más de 3 a 5 km en las dos últimas horas. De lo contrario, luego de un uso tan extenso los cauchos estarían dilatados por la fricción y habría que aumentar en unos 0,3 bares la presión indicada por el fabricante. Para ello se utiliza un medidor de aire que se conecta al gusanillo del neumático. Se consiguen en los llamados autoperiquitos. Puede medir la presión o bien en su casa o en una estación de servicio.

Si no sabe qué cantidad de aire necesitan los cauchos de su auto verifique en el manual del usuario del vehículo o en un adhesivo que está pegado en el marco interior de la puerta del conductor o en el compartimiento del motor.

Por Servio Viloria. Especial para El Universal

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