lunes, 8 de noviembre de 2010

Estrategias para transacciones inmobiliarias

Comprar o vender un inmueble exige tiempo y dedicación.

Estrategias para vender. Tiendas de ropa, gimnasios, cines, bancos, supermercados y muchos otros establecimientos comerciales a escala global están recurriendo a la publicidad sensorial para llegar a los consumidores de una forma más profunda, a través de olores, colores y sonidos.

Son estrategias de comercialización que buscan activar recuerdos, emociones e imágenes en la mente del consumidor al despertar los sentidos, de modo que se sienta plenamente a gusto con un producto o servicio. Gracias a un estímulo olfativo agradable, por ejemplo, el consumidor evalúa mejor el establecimiento y los productos, gasta más y pasa más tiempo en él porque valora como corto el tiempo transcurrido. Por tanto, tiene la intención de volver más a menudo. Aproveche los conocimientos de esta nueva tipología de comercialización y cree estímulos sensoriales en su propia casa que despierten en los posibles compradores emociones que los impulsen a imaginarse viviendo en ella.

El olfato. Cada espacio de la casa puede ofrecer una oportunidad excelente para crear un estado de ánimo mediante aromas que activen el sentido del olfato de las personas interesadas en comprar.Sin embargo, los olores agradables no reemplazan el olor de una casa sucia. Los compradores potenciales pueden percibir cuándo alguien ha descuidado la limpieza de la vivienda y quiere encubrir la suciedad con aerosoles.

La vista. Puede que una persona un tanto impertinente revise el guardarropa de cada dormitorio, los gabinetes de la cocina, el depósito, debajo del lavaplatos o el lugar que usted menos espere. Así que no se sorprenda y tenga su casa como una tacita de plata si quiere que se lleven la mejor impresión. Asegúrese de que los pomos de las puertas, los topes, la estufa y los tiradores de los gabinetes de la cocina y cualquier cosa que normalmente pueda ensuciarse estén limpios y relucientes.

El gusto. Ofrecer un tentempié en el momento adecuado a una pareja que tiene cierta prisa o que tiene a los niños durmiendo en el auto puede ser recordado a la hora de tomar la decisión de comprar. Déles un bocadillo que puedan comer con las manos, que no genere tantas migas. Un vaso de agua bien fría en los días calurosos también puede ser un punto a su favor, particularmente si los compradores potenciales han estado todo el día en la calle con un corredor inmobiliario recorriendo casas.

El tacto. ¿A quién no le agrada la sensación que producen unas toallas suaves en el baño, unas alfombras recién lavadas en la sala o unas almohadas esponjosas en los cuartos? Todas son tentadoras y provoca acariciarlas, si bien los visitantes no se atrevan a hacerlo. Si hace calor, encienda el aire acondicionado; los visitantes lo notarán y querrán quedarse un rato más.

El oído. Unos perros ladrando en el patio de la casa distraen a cualquiera. Así que piense cómo se escucha la vivienda cuando todos están en casa. Ponga música suave de fondo de modo que los posibles compradores se sientan a gusto pero sin distraerse.

Al evaluar una propiedad intervienen todos los sentidos del potencial comprador.

Por Servio Viloria. Especial para El Universal

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