La agenda de Zoe Brown estuvo más ajetreada que de costumbre un jueves del mes pasado. En la mañana, tenía programado someterse a una cesárea y para la hora del almuerzo debía regresar a su oficina, donde trabaja como directora de su compañía de diseño de páginas web. Quizás sea una ética de trabajo extrema, pero no es el único caso. El año pasado, la ministra de Justicia de Francia, Rachida Dati, regresó a su trabajo tan solo cinco días después de haber dado a luz pues, según informes, temía que el permiso por maternidad pusiera en riesgo su puesto. La ministra tenía razones de peso para estar preocupada: un nuevo sondeo realizado por InterExec, una agencia ejecutiva, reveló que más de la mitad de los cazadores de talentos que reclutan aspirantes con salarios elevados consideran que las mujeres deberían regresar al trabajo justo después del parto, si quieren ser tomadas en cuenta para cargos superiores. Desde luego, la mayoría de las madres prefiere reducir sus horizontes y disfrutar de su bebé, por lo que la disparidad de sueldos entre hombres y mujeres con edades comprendidas entre 30 y 40 años se amplía de manera alarmante.
Retos
Según Martina Klett-Davies, investigadora senior invitada del Family and Parenting Institute, ³los ideales de ser buena madre y las normas relativas al trabajo están en conflicto². ³Cada vez se acepta más que las mujeres formen una familia y ejerzan una profesión al mismo tiempo, pero los retos son mayores que nunca, puesto que se ha profesionalizado la paternidad. La infancia se ha dejado en manos de expertos que dan consejos contradictorios sobre qué tipo de guardería es más efectivo y el momento adecuado para dejar al niño y regresar a trabajar. Las madres que antes confiaban en los consejos de sus padres, ahora sienten que deben tomar consejos basados en experiencias empíricas². Jennifer Liston-Smith, especialista en maternidad del servicio de consultoría Myfamilycare, explica que ³las madres que salen adelante son aquellas que logran superar los sentimientos de culpa.
Sin embargo, muchas se sienten culpables en el trabajo porque piensan que no trabajan como deberían, y también se sienten culpables en casa por dejar a su hijo, lo cual puede socavar la autoestima. Los empleadores deben tomar en cuenta esta situación y brindar el apoyo necesario². Accenture, empresa de consultoría gerencial con presencia en todo el mundo, fue designada por el portal workingmums.co.uk como el mayor empleador de madres en el Reino Unido, por sus iniciativas para conservar a las mujeres en sus cargos, en todos los niveles. Gracias a las inversiones en las últimas tecnologías de comunicaciones, una tercera parte del personal de dicha compañía tiene un horario flexible y se concede 90% de las solicitudes de los empleados para laborar en horarios flexibles. Este progreso comenzó hace una década, cuando las trabajadoras crearon un grupo de apoyo informal y los gerentes lo aprovecharon para promover el reclutamiento, la retención y el avance de las mujeres.
Consejos útiles
Retos
Según Martina Klett-Davies, investigadora senior invitada del Family and Parenting Institute, ³los ideales de ser buena madre y las normas relativas al trabajo están en conflicto². ³Cada vez se acepta más que las mujeres formen una familia y ejerzan una profesión al mismo tiempo, pero los retos son mayores que nunca, puesto que se ha profesionalizado la paternidad. La infancia se ha dejado en manos de expertos que dan consejos contradictorios sobre qué tipo de guardería es más efectivo y el momento adecuado para dejar al niño y regresar a trabajar. Las madres que antes confiaban en los consejos de sus padres, ahora sienten que deben tomar consejos basados en experiencias empíricas². Jennifer Liston-Smith, especialista en maternidad del servicio de consultoría Myfamilycare, explica que ³las madres que salen adelante son aquellas que logran superar los sentimientos de culpa.
Sin embargo, muchas se sienten culpables en el trabajo porque piensan que no trabajan como deberían, y también se sienten culpables en casa por dejar a su hijo, lo cual puede socavar la autoestima. Los empleadores deben tomar en cuenta esta situación y brindar el apoyo necesario². Accenture, empresa de consultoría gerencial con presencia en todo el mundo, fue designada por el portal workingmums.co.uk como el mayor empleador de madres en el Reino Unido, por sus iniciativas para conservar a las mujeres en sus cargos, en todos los niveles. Gracias a las inversiones en las últimas tecnologías de comunicaciones, una tercera parte del personal de dicha compañía tiene un horario flexible y se concede 90% de las solicitudes de los empleados para laborar en horarios flexibles. Este progreso comenzó hace una década, cuando las trabajadoras crearon un grupo de apoyo informal y los gerentes lo aprovecharon para promover el reclutamiento, la retención y el avance de las mujeres.
Consejos útiles
- Si los cambios de pañales han disminuido su confianza, recuerde sus triunfos pasados en el trabajo y el hogar, así como las habilidades empleadas para alcanzarlos. Anote tres cosas que le hayan salido bien durante el día. Puede hacer un inventario de sus fortalezas y alegrías. Haga una lista de cosas que quisiera hacer y convierta los problemas en soluciones. Ejemplo: ³No puedo volver a trabajar por las vacaciones escolares² se convierte en ³sí puedo, si consigo una guardería adecuada². También apunte las habilidades que usa a diario para lidiar con los niños y piense cuáles puede emplear en su trabajo.
- Determine por qué quiere trabajar, para que pueda direccionar mejor su trayectoria profesional. Asuma las entrevistas como una experiencia más y no cómo la experiencia máxima. En cada una puede aprender de sí misma y de sus expectativas, aun si no es elegida. Cuando regrese al trabajo, realice repasos semanales para analizar su progreso e identificar cualquier problema. Dos meses después, solicite una reunión para discutir sus metas y su plan de carrera profesional. No tome decisiones importantes relacionadas con su carrera los primeros dos meses después de regresar al trabajo.
Traducción: Andreìna Trujillo.
Fuente: Anna Tims The Guardian
El Universal